Autenticados. José Carlos Seoane e Ina Casados, arte y fragilidad

Las paredes del Carmen Bar, uno de los locales con más personalidad de la tarde noche salmantina, son un soporte excelente para mostrar la delicada conjunción de dos artistas que tienen en común la autenticidad y la fragilidad. Dos auténticos, como les ha bautizado Carmen Martín Mata, auténtico demiurgo de una exposición que sorprende por su originalidad en la presentación de las obras y en las obras mismas.

Gallego que recala en Salamanca, José Carlos Seoane se vale de la textura del papel que desechamos para ejercitar un dibujo sutil que tiene la minucia del artista dotado que realiza un acto de contención. Sus objetos cotidianos, el sofá chester, el taburete, el cochecito de niño? son un inventario de lo diario, del objeto descontextualizado de su uso, ajeno a lo humano y sin embargo, profundamente emotivo y expresivo. Original y ligero como el espacio en el que flotan esto objetos solitarios, el artista parece no reparar en la aparente sencillez de su propuesta: papel roto cuya textura podemos tocar, marcos que contienen este arte objeto lleno de sugerencias, esquemático en el trazo, generoso en la propuesta.

Todo un descubrimiento y una muestra de originalidad que se conjuga con la obra, colorida y mexicanísima de la diseñadora gráfica Ina Casados. Como el artista gallego, Casados utiliza un soporte humilde ?bolsas de papel típicas de la compra en su país que su madre traía de la tienda a veces llenas de anotaciones de pesos y precios-, lleno de texturas, usado, arrugado y sin embargo, capaz de ser pintado. Las bolsas de Ina Casado recorrer la imaginería mexicana sin detenerse en lo consabido. No teme caer en el tópico y suyas son la Virgen de Guadalupe, las soldaderas de la revolución con sombrero y cananas, las puertas y las galerías típicas del México colonial? una obra que nos devuelve a su país de origen, al colorido que identificamos con una cultura que, sin embargo, se posa en el más humilde del soporte: la arrugada y cotidiana bolsa de la compra.

Ina Casados también es la autora de este cielo colorista que ilumina el Carmen Bar y lo convierte en un jardín de pájaros, flores, figuras estilizadas y nopales que recorren su nunca olvidado acento mexicano que nos llena de calidez cuando hablamos con esta mujer que eligió Salamanca para vivir y entregarnos su imaginación optimista y consciente. Dueña de un discurso muy comprometido con la realidad mexicana, Ina Casados le entrega a su ciudad de adopción los colores y la facilidad típicos de la artesanía mexicana. Esa que no falta nunca en sus diseños y que nos llena de alegría mientras a su lado, los objetos solitarios de Juan Carlos Seoane flotan en una realidad donde el humano no es necesario. Una propuesta verdaderamente auténtica de dos dibujantes meticulosos que convierten el soporte, el papel, en vida rota, arrugada y reciclada en arte.

Charo Alonso

Fotografías: Fernando Sánchez Gómez