Asalto al Parlamento: Round 2

El 15 de mayo de 2011 la gente dijo basta. Basta de la dictadura de los mercados, basta de que la política esté a las órdenes de los grandes inversores, basta de que nos digan que no hemos sabido administrarnos, cuando está claro que han sido ellos los que HAN VIVIDO POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES, basta de que se rescate a los bancos en vez de a la gente,?.¡¡¡BASTA!!!

Por encima de todas las consignas, las que más calaron fueron las de "no hay pan para tanto chorizo", "esto no es una crisis: es una estafa", y sobre todo, aquella que ponía al PP y al PSOE al mismo nivel. Es cierto que no son iguales en todo, pero sí en las políticas que nos han llevado a donde estamos.

El caso es que la situación había hecho tope: la gente tomó la calle, acampó en las plazas de todas las ciudades de España, se organizó, gracias a la colaboración de todo tipo, de la gente que se acercaba: unos con pan, agua, mantas,? otros con ideas, con información, con sus conocimientos,?

Nos llamaron "antisistema" y contestamos que no, que nosotros sólo somos "anti ESTE sistema", que los verdaderos "antisistema" son los que han convertido esta democracia en lo que es ahora: corrupción sistémica por parte de los que se han adueñado del poder en la convicción de que todo vale y, sobre todo, que van a ser impunes siempre.

Se nos dijo que eso no eran maneras, que no nos podíamos adueñar de las calles y de las plazas y de los edificios vacíos, que teníamos que presentarnos a las elecciones y que hablaran las urnas.

Pues bien, las urnas están hablando.

Hace un año, aparecieron en el escenario movimientos y partidos políticos, de los que PODEMOS es el mayor exponente, debido a su gran repercusión mediática. Unos perroflautas populistas que le dijeron al pueblo lo que quería oír. Y el pueblo oyó a los perroflautas. Pero no sólo eso, también se lo creyó. El 25 de mayo de 2014 la gente se creyó que se podía. Ese fue el primer asalto. Aunque los votos pudieran parecer pocos en relación con los que sacaron los dos grandes partidos, lo cierto es que aquel día se abrió una brecha enorme en el férreo bipartidismo que nos habían impuesto. Se había abierto la brecha del "empoderamiento" de la gente.

A partir de ahí, la gente empezó a organizarse en cada ciudad y en cada pueblo para "ganar" las instituciones, para devolver las instituciones a la ciudadanía. Y las instituciones se han ganado. No con mayoría, sino muchas veces, como en el caso de Salamanca, con una minoría muy pobre que solo le otorga 4 escaños del total de 27. Pero con la moral muy alta por la convicción de que esto está cambiando. Hoy las cosas se están haciendo ya de otra manera: los pactos postelectorales no se están maquinando en despachos cerrados, donde dos líderes se reparten los cromos, están hablándose con luz y taquígrafos, en lugares públicos, con la posibilidad de que asista todo el que quiera y, muchas veces, retransmitidos en directo.

Y esto es solo el 2º round, queda el 3º, el más gordo: las elecciones generales. Si sumamos todos los votos que han conseguido todos los "ganemos", todos los "ahora", todos los "en común"?, seguro que nos salen muchos más que los que sacó hace un año Podemos.

Dentro de unos meses, el Parlamento va a ser un lugar más plural, más democrático; un lugar que sirva, por fin, para lo que se creó, para hablar, para debatir, para parlamentar: el PPSOE seguirá perdiendo votos, como llevan perdiendo desde antes del 2009, Podemos conseguirá amplia representación y aparecerán uno o más partidos nuevos, de candidaturas ciudadanas. Habrá que aprender a gobernar en minoría, como ya ha dicho Ada Colau que será capaz de hacer, porque no queremos mayorías absolutas nunca más.