¿Qué van a cambiar los funcionarios?

Parece que la realidad política en España ha cambiado un poco las reglas del juego. Evidentemente con la situación de paro que tenemos sobre todo juvenil hay que tener muy pocos escrúpulos para robar enfermizamente incluso con el dinero de los más necesitados.

Esperemos que de ahora en adelante estén más vigilados y se regenere la clase política. Pero yo sinceramente no tengo excesivas esperanzas. Tenemos una gran monogamia entre la clase política, pero también entre los funcionarios.

No tengo nada contra una mayoría de funcionarios competentes y escrupulosos con su trabajo, no se pueden generalizar las malas experiencias. Pero hay un grupúsculo de funcionarios en varios niveles, incluso de los más bajos que se creen pequeños jefecillos que se creen por encima del bien y del mal y con una amplitud de miras y prioridades extremadamente reducidas. Cualquier mejora que se le propone te contestan con que ellos han aprobado unas oposiciones.

Ni el creador de Google, ni el de Microsoft, ni Einstein sacaron oposiciones. Muchos han afrontado la crisis como si no fuera con ellos y cuando cambian leyes como la de educación me da la risa por no decir que me dan ganas de llorar. Qué piensa este señor ministro que va a cambiar si no reciclan a los profesores, y cobren todos igual hagan lo que hagan, deberían tener plus de rentabilidad o penalización por incompetencia.

No creo en la mejora por castigo, si no por estimulación y ejemplo. Pero en una época de cambio donde es necesario reinventarse cada día donde quedan estas estructuras de funcionarios obsoletas con mensajes trasnochados. Quién evalúa su actualización a las nuevas necesidades emergentes. Cualquier plan de calidad exige algo más que ordenar los archivos.

Un funcionario como cualquier responsable social tiene la obligación moral de resolver problemas, no de poner trabas a los emprendedores, se les paga para eso para resolver problemas, no para crearlos. En Nueva York se tarda una hora en crear una empresa y después depende de lo que cada uno sea capaz de hacer.

Aquí tienes que ir saltando obstáculos con unos leguleyos inquisidores con el débil y pelotas aduladores con el que lo puede ascender.

No soy ni mucho menos negativo, al revés veo con facilidad lo positivo de las personas, precisamente de las que otros denominan excluidos sociales. Pero realmente alguien puede creer que la solución a la educación está en los exámenes reválida por etapas incluso de primaria. La sin razón aumenta, la injusticia también y la innovación algunos la falsifican.