Building Bridges

? Mito 1 "En Eurovision es todo política":

Si todo fuera política sería mucho más fácil de entender, creedme. Si fuera todo política o intereses secundarios a la música muchos habríamos perdido el interés. Rusia no habría quedado en segundo lugar después de amenazar con montarse su propio festival o retirarse una y otra vez quejándose como niños chicos de la permisividad de Eurovision con respecto a las libertades de expresión y sexualidad. Si fuera todo politiqueo los nórdicos (que tienen vecinos más fuertes, todo hay que decirlo) se votarían siempre entre ellos y no habría forma de desbancarlos. Si todo fuera politiqueo Rusia no hubiera recibido un solo voto presentándose con una canción sobre la paz después de la que ha montado en Ukrania...

? Mito 2 "Eurovision es de frikis":

Eurovision mueve una audiencia en directo millonaria. Sin ir demasiado lejos del escenario, 16.000 personas disfrutaban del festival entre las paredes del Wiener Stadthalle. Todos pletóricos de felicidad, la verdad. Si ser friki significa tener una afición que reúne música, espectáculo y entretenimiento durante todo el año, bienvenido sea el frikismo. A todos los que sigan convencidos de este viejo y maloliente mito me gustaría enseñarles la dotación técnica y humana que controla que cada ensayo, semi o final sea un espectáculo perfecto. Dejen de criticar las aficiones ajenas que nadie se ha metido con ustedes y a lo mejor sí que tenemos motivos.

Si se refieren a la polémica de Conchita Wurst y su perfectamente recortada barba... yo creo que ya está superado el tema. A los que aún estén conmocionados por la mujer barbuda les remito a mi artículo del año pasado para que entiendan qué reivindica y simboliza el personaje de Conchita.

? Mito 3 "Eurovision está acabado":

¡Ni mucho menos! Vamos por la edición 60ª y hay cuerda para rato. Australia llegaba para celebrarlo junto a sus antiguos colonos y lo hizo a lo grande. Ojalá se quede. Hace muy poquito se celebraba en el teatro Apollo de Londres una gala de cumpleaños especial y ésta se ha emitido por toda Europa, Canadá, Asia y parte del norte de África. La maquinaria que Eurovision mueve alrededor de Europa con cada edición que se celebra es un caramelo para cualquier tele anfitriona y sede (siempre que se organice a la sueca y no a la danesa...). Merchandising, entradas, bonos, cuotas, gastos derivados... mientras eurofans, habrá Eurovision.

? Mito 4 "Eurovision no interesa":

Para los que repiten como papagallos esta frase tan manida, datos.

Television: 5.958.000 espectadores. 39.3% de cuota de pantalla. Las votaciones arrancaron un 48.2% de share. A las 22.48h, 8.275.000 personas, o sea el 47% de la audiencia que veía la televisión en ese momento contemplaba la actuación de Edurne.

Redes: record histórico de audiencia social de Twitter en España con 2,2 millones de tuits con los hagtags #edurnevision #eurovision. Durante los meses de preselecciones en los países nórdicos, es muy común que #Melodifestivalen se alce como TT cada sábado por la noche.

La señal de Eurovision llega a más de 60 países, incluida la lejana China, que se sumaba el sábado por primera vez a la emisión en directo del Festival. Eurovision alcanza en este 2015 una audiencia de más de 250 millones de espectadores, confirmándose así como el mayor Festival del mundo.

? Mito 5 "En Eurovision nadie sabe qué hay que hacer para ganar":

A Don José María Íñigo se le llena la boca diciendo esta frase cuando no sabe qué añadir entre canción y canción. Dejando a parte las más que notables carencias eurovisivas del comentarista (niños, ahora le dan el carnet de experto a cualquiera que demuestre antigüedad), celebro que RTVE haya tenido la bendita idea de mandar a Julia Varela y Víctor Escudero como acompañantes/asesores. La chica lo ha hecho la mar de bien, yo votaría ya mismo para que remplazase al Chema y sus comentarios insustanciales del tipo: "la chica es muy mona y lo hace muy bien..."

Dejando todo esto a un lado, por supuesto que no hay una fórmula mágica para ganar, pero sí que se sabe qué hay que hacer. O mejor dicho, qué no hacer. Lo que no se puede es pretender ganar un Festival para el que muchos se preparan desde diciembre dos meses antes. Mientras en el norte (Suecia ganadora por 6ta vez, recuerden) se curran una preselección de 6 semanas, aquí lo hacemos a dedazo. Eso solo nos salió bien con Pastora Soler (a sus pies, Gran Dama). No se puede pretender ganar con un director de festivales que vive anclado en el pasado y pone pegas a cada paso de los representantes. Lo que no se puede hacer es presentarse directamente a la final sin haber hecho promoción por Europa, cosa que hacen todos los representantes durante meses.

La canción no ha tenido la culpa de nada, sepan ustedes que estaba escrita para formar parte del primer disco de Loreen, ganadora de 2012 con Euphoria. Ojalá a alguien no se le hubiera metido en la cabeza la feliz idea de cantarla en español. En fin, José María... tranquilo que gracias a Dios sí que hay gente que sabe cómo ganar y este año el festival vuelve a manos nórdicas, de las que nunca debió salir (sirva la presente para hacer constar mi tirón de orejas a la ORF por su realización de mercadillo).

En resumen. Suecia justísima ganadora, Rusia justísima segundona. Edurne genial, un directo perfecto. Pena de puesta en escena empañada por fallos de realización. Conchita en exceso, con la cantidad de atención que se llevó (cosa por otra parte lógica ya que Eurovision 2015 era ella) se podía haber prescindido perfectamente de las 3 presentadoras. Que alguien le vaya diciendo a Conchita que se resigne a que los días de su reinado van tocando a su fin.

Con un poco de suerte el próximo año disfrutaremos como nenes de las maravillas de los padres del todopoderoso Melodifestivalen y, quién sabe, podamos volver a ver a la maravillosa Petra Mede presentando como Dios manda el Festival más grande del mundo.

Feliz Eurodrama para todos. Recordad: We are the heroes of our time!

Vi ses i Eurovision 2016! Heja Sverige!