El 36,8 % de indecisos decidirá en Castilla y León el Gobierno de las instituciones municipales y ...

El Centro de Investigaciones Científicas (CIS) eleva al 36,8 por ciento el voto de indecisos y oculto como media en las nueve provincias de Castilla y León. Será por tanto esa parte de la sociedad si acude a las urnas la que decidirá en la mayoría de las ciudades y en el conjunto autonómico qué partidos asumirán el Gobierno.

Estas cifras del CIS están dando alas 'de esperanza' a los cuadros de mando del PP salmantino y regional, en los que se respira preocupación y nervios tras observar que todas las encuestas cuestionan la obtención de una mayoría absoluta clara.

Por tanto, el resultado de las elecciones autonómicas y municipales del próximo domingo es más incierto que nunca. La incorporación de Ganemos, Ciudadanos, Vox y Vecinos al escenario político salmantino ha producido una inestabilidad sin precedentes en la intención de voto de los ciudadanos. Las encuestas reflejan grandes trasvases de apoyos entre las distintas fuerzas en muy poco tiempo. Los indecisos, además, se elevan en el conjunto de Castilla y León al 36.8 por ciento que celebran elecciones.

Los especialistas apuntan que esta campaña ha sido mucho más decisiva en estos comicios.

De acuerdo a los sondeos electorales publicados en las últimas semanas por SALAMANCArtv AL DÍA a partir de los datos del periódico de Vocento 'El Norte de Castilla', las palabras pacto y gobernabilidad serán las más manidas a partir del próximo lunes 25 de mayo, el día después a las elecciones municipales.

Voto oculto

Parece más que probable el bajón electoral que sufrirán PP y PSOE el 24M, pero también es común a todas las encuestas el alto porcentaje de ciudadanos que todavía no tiene decidido a quién va a votar o, simplemente, no quiere pronunciarse. A ellos se dirigen siempre los partidos en la recta final de la campaña, este año más si cabe por lo apretado de los resultados de partida. Es aquí donde el PP alberga más esperanzas, ya que en fuentes de este partido se asegura que muchos simpatizantes no quieren decir públicamente a quien vota por los escándalos de corrupción acaecidos en la legislatura.

Así, el último barómetro del CIS hace cuatro años prácticamente anticipó lo que después dirían las urnas en la "verdadera encuesta electoral", tal y como les gusta decir a los políticos. Con sus datos, la primera conclusión que se atisba es que parece haber llegado el principio del fin de las mayorías absolutas.