Alergias y sensibilidades

Por razones no adecuadamente conocidas, aunque se sospecha un condicionante hereditario, cada vez más personas producen grandes cantidades de anticuerpos frente a antígenos que se encuentran en el ambiente y al que el organismo responde con su sistema de defensa para tratar de eliminar microbios y otras sustancias extrañas. Como consecuencia de esta respuesta se producen alergias y cuyo principal exponente es el asma. Este proceso patológico es frecuente en la infancia, y disminuye en la adolescencia y aumenta en adultos a partir de la tercera década. Se trata de un padecimiento crónico frecuente en niños por su componente genético, el 50% de los asmáticos tienen familiares en primer grado con asma. Si bien, frente a esta explicación causal existe la hipótesis Higiénica al tomar como base los cambios producidos en el entorno medioambiental y que provocan aumento de su frecuencia en los niños cuando comienzan la socialización en las guarderías y otros entornos. Esta hipótesis trata de explicar la menor frecuencia de asma y otros procesos alérgicos en base a un ambiente higienizado y limpio, por tanto, poco inmunizante. Se trata de una propuesta poco fundamentada y sin pruebas y evidencias científicas; pero posible y racional.

Los alérgenos más frecuentes son los ácaros que se encuentran en colchones, sofás, libros y moquetas de los lugares cálidos con humedad alta. Los alérgenos son proteínas que se encuentran en sus deyecciones y al ser inhaladas provocan reacción alérgica. Otros muy frecuentes son los pólenes, que son específicos; pero con gran diversidad según los ecosistemas y, por tanto, con gran variabilidad entre unas zonas a otras. Los más frecuentes en la zona mediterránea son los pólenes de la maleza, las gramíneas, los árboles como el olivo, etc. También producen alérgenos los animales como el gato que son proteínas presentes en sus glándulas sebáceas.

Todos ellos producen rinitis (afectación nasal con estornudos y mucosidades) y asma extrínseca o alérgica con síntomas de forma intermitente con períodos asintomáticos. También pueden provocar y precipitar un ataque asmático, falta de aire y sibilancias o ruidos al respirar provocados por obstrucción reversible de las vías respiratorias.

Su prevención se basa en evitar y controlar los factores de riesgo, es decir, los alérgenos mediante educación sanitaria y medioambiental de la población y si no es posible o no ha funcionado la prevención, se recurre al tratamiento médico mediante broncodilatadores y/o antinflamatorios e inmunoterapia. También es necesario promover mejoras en el funcionamiento de nuestra Sociedad como cambios en la atmósfera de nuestras ciudades, en las condiciones de trabajo y en las viviendas, en la alimentación y en hábitos perjudiciales.

Por último, para evitar un tipo especial de alergia extrínseca social causada por animales racionales que generan muchas sensibilidades de frustración e impotencia por la situación creada en Educación, Sanidad, Justicia y en los Servicios Sociales hay que abrir las ventanas y ventilar para que fluyan de nuevo los valores de responsabilidad, esfuerzo, tolerancia, respeto y compromiso que protegen y oxigenan el sistema democrático y social y, en consecuencia, permiten vivir saludablemente sin alergias, y sensibilidades sociales.

JAMCA