Otro "realitishow": la repera patatera

Reality show, es una expresión inglesa bien conocida y aceptada por todos, creo. Podemos traducirla como "espectáculo de la realidad" o "demostración de la realidad". Y generalmente se refiere a un formato televisivo que pretende mostrar sucesos reales que le ocurren a la gente común en un determinado marco.

Una de las características más importantes de un reality show es que sus protagonistas son individuos reales, no personajes de ficción. Las personas que participan de un reality show, en teoría, no son actores, no representan ningún personaje ni deben seguir un guión o libreto. Eso es en teoría, porque alguna idea o pauta les dan, que ellos interpretan a su gusto y manera.

El reality show también se extiende a otros formatos, metafóricamente. Y así le apellidamos nosotros como "realitishow". Hablar de ficción y realidad, a veces, es complicado, pues se confunden ambos conceptos, sobretodo en el mundo del cine y de la televisión. Algunos cineastas y realizadores televisivos consideran muy prestigioso el formato "realitishow"; otros, se lo toman a chufla.

Al veterano director salmantino Basilio Martín Patino le gusta todo lo contrario; aunque sí, es verdad que él "juega mucho" con el espectador en documentales de ficción o films documentales. Ese es el caso de sus películas/documentales "Casas viejas; el grito del Sur", dentro del programa "Andalucía, un siglo de fascinación". No sabemos dónde está la ficción y dónde el hecho real. Patino nos hace reflexionar: "El cine es el arte de hacer que sucedan las cosas que no suceden, para que así podamos pensarlas como si existieran; la televisión presenta como bellas mentiras lo que sí ha podido existir."

Pero lo que más me llamó la atención esta semana pasada fue una conversación con un colega que asesora a un joven director de cine y de series de televisión. Me cuenta que lleva más de dos meses aconsejando al bisoño cineasta, y que el asesoramiento va cada vez peor? Al plantearle que la serie podría empezar por un viaje a Salamanca del personaje principal, famoso escritor, le contestó tajantemente el impetuoso cineasta: "No, no; hay que empezar por algo fuerte, de sexo o asesinato" ¡Anda ya?! Audiencia, matanzas y sexo para vender la serie. Lo de ser fiel o no a la realidad es lo de menos. Matamos como sea y explotamos el sexo, aunque los protagonistas reales fueran más santos y puritanos que Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.

Otro "realitishow" de los que a mí no me gustan, más bien solo show, fue el retransmitido con bochorno, sobre Rodrigo Rato en las distintas cadenas de televisión. Pero más vergonzosas fueron las mudas explicaciones del Gobierno sobre su antes héroe, ahora villano, Rato. Claro que el "mal Rato" que les hizo pasar al partido de la gaviota azul, a Rajoy y a Montoro, fue de aúpa. Rato está acusado, imputado o investigado, ahora, de blanqueo de capitales, alzamiento de bienes con cuatro posibles delitos de fraude fiscal. Nada menos, para un vicepresidente económico del gobierno, director general del Fondo Monetario Internacional y presidente de Bankia.

Su anterior esposa, Gela, declaraba en la "tele" que Rodri, su exmarido, siempre ha tenido valores ¿Todo el mundo entendió a la primera que se refería a los valores bursátiles, claro). Y nada de valores eróticos o estéticos, de guaperas, ni de deportista ni de actor.

Y ahondando en el bochornoso show del Gobierno del PP sobre la corrupción, vemos que algunos de sus dirigentes y congresistas de élite, como Martínez Pujalte y Federico Trillo, mezclan lo legal, o casi legal, con lo escandaloso y nada ético. Cafelitos, charletas, asesorías jurídicas, pero que muy jurídicas, para empresas, les han resultado muy beneficiosas económicamente. Y todo esto lo hacían a mayores de sus sueldos del Congreso de los Diputados, dando un ejemplo muy poco honesto a los 5,5 millones de parados de nuestro país. A este show de Trillo y Pujalte añadimos a otra líder pepera, excelente showman, Rita Barberá. La regidora de Valencia es muy poco dada a explicar sus opacas dietas y gestiones, pues gastaba dineros públicos, con desorbitado exceso y descaro, para acudir a actos oficiales y privados, o del partido popular. Esto sí que es la repera patatera pepera, alcaldesa.

Y mientras todo este "realitishow" preelectoral transcurre, Rajoy está cada vez más solo. Le recomendaríamos que viese en su tele de plasma, como le aconsejó el podemita Pablo Iglesias, la trilogía de "El Padrino". Nosotros creemos que hasta le vendría bien para su carácter taimado ver "Solo ante el peligro", el film western de Fred Zinnemann, con Gary Cooper y Grace Kelly. Pero que quede claro que Mariano, presidente, registrador o actor, no se parece ni de lejos al sheriff Will Kane (Gary Cooper). En tal caso, estaría más acorde con el narizotas Pinocho del maestro carpintero Giuseppe.