Limpiar la vida política

El ambiente político sigue agitado tras conocerse que el portavoz económico del partido popular Martínez Pujalte y el exministro, expresidente del Congreso y actual embajador en Londres Federico Trillo, cobraron por asesorar a una constructora especializada en obra pública. Pujalte ingresó 75.000 euros en un año por asesorar "verbalmente" a una empresa y Trillo 354.560 en casi tres años. Pero lo más lamentable y bochornoso de este escándalo, es la forma en que se justifican los protagonistas, declarando que están tranquilos porque han actuado de acuerdo a la legalidad, sin paparse un momento a valorar si su comportamiento ha sido ético, requisito imprescindible en un político, pues lo legar se ajusta a derecho, pero no quiere decir que sea justo, ético o moralmente aceptable y ejemplos tenemos en el universo de numerosas leyes.

Se ha abierto, una vez más, el debate sobre el régimen de incompatibilidades de los políticos y cuantos sueldos pueden cobrar. La mayoría de partidos tienen políticos que alternan varias responsabilidades políticas, algunos casos tenemos en Salamanca especialmente en el partido popular, donde compatibilizan alcaldía con procurador en cortes, senador y procurador etc. pues la Ley Orgánica del Régimen Electoral General permite acumular algunos cargos y otros no, pero solo con un sueldo. Ahora bien, quién hizo la Ley hizo la trampa, porque sí se les permite cobrar dietas por varios conceptos y libre de impuestos. También hay que añadir que muchos de estos políticos cobran por cargos en las Ejecutivas de sus partidos, como bien hemos visto en el caso Bárcenas donde se repartían sobres y dietas de "dudosa procedencia".

Los Diputados en Cortes solo pueden recibir dinero del Parlamento, excepto los que como Trillo, Pujalte y algunos más han recibido autorización para compatibilizar su escaño con su actividad privada, con la limitación de no contratar con la Administración, pero aquí también hay trampa y, algunos buscan triquiñuelas para bordear la Ley a través de una empresa que se dedica a trabajar con el Estado. Es aquí donde los intereses públicos se mezclan con los privados y se pierden la referencia y el principio ético de los políticos prevaleciendo sus intereses personales y económicos contra los de los ciudadanos.

Sería deseable que antes de entrar en política se tuviera un trabajo o profesión y, que su paso por la política fuera temporal y con dedicación exclusiva, pues entiendo, que reciben un sueldo más que digno, además de acumular una serie de privilegios de los que carecemos la mayoría de trabajadores. Es por ello, que urge impulsar medidas drásticas y radicales que delimiten y garanticen de forma clara y precisa el ámbito de incompatibilidad en la política, que garantice la independencia de nuestros políticos, su honestidad y su ética. Es preciso limpiar la vida política de mentiras, corrupción y privilegios de algunos políticos que tanto daño han hecho a la nobleza y dignidad de esta actividad.