La movilización social llega al Ayuntamiento de Salamanca

Estábamos muy mal acostumbrados. Desde hace demasiados años el Ayuntamiento de Salamanca responde a una estructura política inmutable, con un Partido Popular obteniendo sucesivas mayorías absolutas y un Partido Socialista como única oposición. Una foto fija que ya estaba empezando a apolillarse, como esos retratos en blanco y negro que guardamos en una caja y de los que nos acordamos muy de vez en cuando.

Muchos y muchas salmantinos y salmantinas perciben el Ayuntamiento como un órgano de mera gestión, apenas conocen a sus concejales y suelen confundir la institución con la figura de unos alcaldes que han acaparado un poder personal excesivo. El ayuntamiento no representa el latido de la sociedad, su pluralidad, su dinamismo, sus expresiones y propuestas, y a nadie interesan los debates políticos que se producen en sus plenos. Y los partidos políticos que han ocupado sus concejalías en los últimos años tampoco han querido hacer del Ayuntamiento el foro ciudadano que debe ser; los unos porque convencidos de que su mayoría absoluta es eterna se sienten legitimados para hacer en cada momento lo que se les ocurre sin necesidad de dar siquiera cuenta de sus actos; los otros porque parecen sentirse cómodos en su papel de minoría impotente y ni siquiera han intentado convertirse en el vehículo que lleve la movilización social hasta la institución.

Pero el sopor de esta larga siesta parece estar llegando a su fin. Las sacudidas que están agitando a la sociedad española también se empiezan a notar en Salamanca. La sociedad civil está comenzando a asumir el protagonismo tanto tiempo cedido y se organiza para convertir la reivindicación en participación y en asunción de responsabilidades.

Como consecuencia de este despertar están dándose a conocer candidaturas ciudadanas para participar en unas elecciones municipales que pueden ser históricas. Tras el primer anuncio de José María Collados, artífice del resurgir del movimiento vecinal de concurrir a las elecciones con una lista de la que todavía se conocen pocos detalles, la gran noticia ciudadana de estos días ha sido la confección de la lista que presentará GANEMOS SALAMANCA, plataforma participativa en la que están colaborando numerosas personas, de procedencia muy diversa, entre las que se encuentran militantes de la izquierda política, activistas sociales, miembros de múltiples organizaciones ciudadanas y ciudadanos que no habían tenido una participación activa anterior pero que sienten la necesidad de un cambio real. Ganemos ha comenzado su andadura con dos grandes aciertos que le auguran un importante papel en el cambio que se adivina: ha conseguido convertirse en una plataforma de participación real de gente de muy diversa procedencia, personas que se sienten cómodas trabajando juntas, y ha elegido de forma democrática una lista electoral cargada de ilusión y de capacidad de ilusionar; su cabeza de lista, VIRGINIA CARRERA, es una de las personas más dinámicas, capaces y entusiastas que conozco, bregada en múltiples actividades y organizaciones ciudadanas, movilizadora social, con una experiencia increíble dada su juventud; los siguientes en la lista, Gabriel Risco, Pilar Moreno, Gabriel de la Mora, conforman un equipo sólido y tan plural que la mayor parte de la ciudadanía puede sentirse representada en ellos. Ahora tienen que conseguir elaborar un programa con la mayor participación posible, para que sea el programa de todos y sirva como elemento que aglutine y concrete la responsabilidad que están dispuestos a asumir. Si lo logran su candidatura puede convertirse en la candidatura de la gente de Salamanca.

Es deseable que surjan más propuestas, más candidaturas que recojan otras sensibilidades y logren la movilización de toda la sociedad. Un Ayuntamiento con cinco o seis grupos distintos, sin mayorías absolutas, será una institución capaz de representar la verdadera pluralidad social. Este es el momento, sería trágico que permaneciéramos en el casposo inmovilismo.