Elogio de la Biblioteca Municipal Torrente Ballester

Diáfana, allí donde el barrio Garrido se hace verde y ensancha sus calles populosas, la biblioteca Torrente Ballester es un oasis de cemento y cristal que contiene toda la luz y el silencio de quienes se afanan diariamente entre las páginas y las pantallas.

Pero es allá arriba, entre blancas estanterías repletas y paredes de cristal que dejan ver el cielo, donde la biblioteca se hace oficina sin dejar de serlo, porque desde el despacho del director, Francisco Alonso Bringas, hasta la sala de reuniones, las estancias de la Torrente Ballester son siempre biblioteca viva, libros que ocupan todos los rincones, luz y un silencio de páginas.

Isabel Sánchez habla con la energía que irradian las personas que aman su trabajo y luchan por lo que aman. Es ella quien nos explica la diferencia entre una biblioteca pública, gestionada por el estado, y una municipal, perteneciente al municipio. La Torrente Ballester es la cabeza del árbol formado por las bibliotecas municipales que, según Isabel, se ocupan de usuarios que van desde los prelectores a los más maduros, siendo esta un referente para las primeras edades, puesto que Es en las primeras edades donde se forma el espíritu lector, ético y estético. Por ello, Isabel Sánchez es una firme defensora del trabajo de la biblioteca con los centros educativos y por ello la biblioteca invita a las guarderías, colegios e institutos a visitarla, a explicarles cómo funciona, mostrarle los fondos? así como organiza sesiones de formación de usuarios donde los niños aprenden a usar catálogos, a ordenar y a practicar un juego a través del cual consiguen un pasaporte que, convenientemente sellado les permite tener u carnet de Bibliotecarios Auxiliares para ayudar a otros niños a usar la biblioteca.

Una institución que organiza dos Ferias del Libro anuales, la del libro antiguo en octubre o noviembre, y la del libro nuevo en Mayo en las que Los libros salen a la calle a tomar el aire, un trabajo ingente concentrado en la biblioteca instalada en la Plaza Mayor donde se realizan sugerencias lectoras, presentaciones, cuentacuentos y títeres. Porque la biblioteca es algo más que un mero canal de intercambio de libros, por ellos organiza exposiciones cada dos o tres meses en su sala y realiza una importante labor de información, selección de libros y bibliografías que son enviadas a los colegios para trabajar temas transversales, así como recomendaciones de lectura y asesoría a las bibliotecas escolares. Isabel Sánchez nos habla del programa por el cual, voluntarios de la facultad de Biblioteconomía ayudan a las bibliotecas escolares, como la propia biblioteca hace cursos de profesores, actividades de animación a la lectura y tareas de bibliografía que se transmiten a quien lo desee a través del servicio de Difusión Selectiva de la Información.

-El docente no tiene tiempo y nosotros queremos que se aprovechen de este trabajo nuestro con el libro, el cine y la música que debería ser la base de la formación de la persona, la literatura, el arte, la música y filosofía.

Isabel Sánchez es una firme defensora de una nueva forma de encarar la enseñanza, y lo hace desde el libro, desde una visión alternativa que practica en la biblioteca a través de talleres de arte, escritura, cine, música o filosofía, esta última de la mano de María Tardón y Sagrario Rollán y su Café Filosófico. Con ella la biblioteca palpita de actividad con un latido de página que pasa, ya sea de papel o de pantalla, siempre envuelto en la luz diáfana y acogedora de la biblioteca. Un espacio alternativo donde el conocimiento tiene los colores vivos y prometedores de un tesoro que es de todos y que se comparte con belleza, alegría y mucho trabajo? un trabajo entregado, un trabajo entusiasta, un trabajo apasionado. Por eso a nuestro alrededor, florece los árboles alrededor del edificio de cemento y los niños se arremolinan a ver teatro, cada uno, con un pájaro de páginas en la mano abierta y generosa.

Charo Alonso