Alberto Miranda, obsesionado con parar el potente juego exterior del UniGirona

Llega el momento de la verdad para el Perfumerías Avenida. El conjunto salmantino se la juega, literalmente, ante el UniGirona. Una derrota cerraría una buena temporada, pero un triunfo daría a las salmantinas la oportunidad de terminar la campaña con un sobresaliente si ganan el sábado de nuevo.

Tras la derrota el pasado sábado en Würzburg, Alberto Miranda y su equipo técnico ha realizado enésimos análisis del porqué de la derrota. Los más fríos indican que el Avenida fue muy inferior a un Girona que se mostró intratable desde la línea de tres puntos. Un 11 de 22, 50 por ciento, explica muchas cosas de lo que fue el partido.

El técnico del Avenida ha trabajado esta semana en parar esa sangría. Ya lo intentó durante el primer partido, pero no salieron las cosas como quería. Es cierto que pese a la superioridad del Girona a lo largo del partido, Avenida estuvo cerca de lograr la remontada acercándose a cinco puntos después de ir perdiendo por 21 de diferencia, pero las fuerzas no respondieron.

Quizá sea esa otra de las cuestiones que preocupa al técnico. El equipo no ha llegado bien físicamente al final de temporada. El peso de tantas competiciones ha recaído sobre seis o siete jugadoras y eso se nota. Además, una de las claves de la temporada ha sido la lesión de Murphy.

Desde el día que se perdió en Würzburg contra Praga, partido en el que se lesionó la norteamericana, el equipo ha cambiado. Anímicamente se ha resentido y ya no tiene la alegría en el juego que le caracterizó durante buena parte de la Liga.

No se pudo clasificar para la Final Four y además le ha costado ganar cada uno de los partidos de Liga que faltaban para el final. Es más, ha sufrido mucho incluso para meterse en la final liguera y eso tiene múltiples lecturas, pero la más lógica es la lesión de Murphy y el cansancio físico de la larga temporada que lleva el equipo.

Pero análisis aparte, Avenida tiene ante sí la oportunidad de llevar la eliminatoria de nuevo a Würzburg. Para ello tendrá que intensificar más el juego defensivo e intentar correr, características propias de este equipo. Girona sabe como parar su juego. Lo ha hecho ya tres veces esta temporada, aunque cada partido es diferente.

El técnico salmantino intentará rotar más el banquillo, tener a las jugadoras más frescas para jugárselo todo en el último cuarto. Ferrari, Ble, Abalde, Leo Rodríguez e incluso Montañana tendrán más protagonismo en la pista para dar descanso en momentos puntuales a Ortiz, Xargay, Fernández, Robinson y Rezan, las cinco jugadoras sobre las que recae el juego de un equipo que va con toda la ilusión de forzar un tercer partido en esta final liguera.