Nunca llueve a gusto de… Ganemos Salamanca

Y es que Ganemos Salamanca es un movimiento que necesita estar en la calle para hacer llegar su mensaje a todo el mundo. Siempre que hemos podido, hemos hecho las Asambleas en la Plaza San Román. De hecho, ahí estaba convocada la próxima, este domingo día 12. Pero dan lluvias, así que estamos barajando otras posibilidades.

Pero el problema es mucho más gordo que el hecho de cambiar una Asamblea a última hora, con todo lo que supone tratar de difundir el cambio para que la gente que esté interesada en participar se entere. El problema gordo es que la Ley Electoral, esta ley tan arcaica y tan a la medida del bipartidismo reinante, nos exige buscar en 15 días 1.500 avales.

En 15 días, porque aunque llevamos casi un año tratando de organizar una alternativa real al statu quo, casi un año de reuniones, de jornadas intensivas y extensivas de difusión y búsqueda de participación, de convocatorias a la prensa casi a diario para intentar que hablen de nosotros, de lanzar campañas en las redes sociales... resulta que los avales solo se pueden recoger en hojas autorizadas por la Junta Electoral ¿y cuándo se constituye la Junta Electoral? Pues como pronto, el día siguiente a la publicación en el BOE de la convocatoria de las correspondientes elecciones. Así que, aunque llevamos sabiendo esto desde el principio, y llevamos organizando esto desde agosto, el hecho es que no hemos podido empezar a recoger avales hasta el día 1 de abril.

Esa es la primera injusticia, el hecho de tener que ir contra reloj. Y por si los tiempos no fueran suficientemente ajustados, la "casualidad" ha querido que este periodo coincida con la Semana Santa, lo que nos ha recortado aún más el calendario.

La segunda injusticia son los 1.500 avales. Porque no son firmas, no; son avales, o sea, 1500 electores que avalan con su firma la candidatura. Esto quiere decir que tienen que estar censados en Salamanca capital. No nos sirven todas esas personas que viven en esta ciudad pero que duermen en el Alfoz. Ni los montones de "exiliados" que, por una razón u otra, han tenido que empadronarse en el lugar en que han encontrado trabajo, pero a los que esta ciudad les importa tanto, como para volver a pasear por la Plaza Mayor en cuanto juntan unos días de asueto. Ni, mucho menos, todos los turistas con los que nos hemos encontrado en las calles, que, afortunadamente, han sido muchos. Y, por si fuera poco, para comprobar que el firmante, efectivamente está incluido en el censo electoral de Salamanca, es necesario adjuntar una copia del DNI. No me parece justo que a los partidos políticos con todo su aparataje y toda su burocracia, se les facilite todo lo posible, y que sin embargo, a los ciudadanos que se agrupan para hacer política de base, política de verdad, democracia real, se les pongan tantas trabas.

Y el tercer problema es la lluvia. Habíamos empezado estupendamente: con el sol a nuestras espaldas, el primer día recogimos más de 100 avales. El resto de los días, con la mitad de los salmantinos de procesiones y la otra mitad de viaje, y con la ciudad llena de turistas, conseguimos los suficientes avales como para estar seguros de conseguir la proeza. Pero entonces llegó la lluvia y tuvimos que recoger los bártulos, no porque a nosotros nos importe mojarnos, si no porque la gente no está dispuesta a pararse bajo la lluvia, como es lógico.

Así que ahí estamos, mirando al cielo a ver si parece que vaya a escampar y podamos salir a colocar la mesa y la carpa y, buscando lugares donde seguir recogiendo avales mientras llueve. Porque a pesar de los pesares, a pesar de que parece que todo se nos pone en contra: la Ley Electoral, el clima, el calendario de la Santa Madre Iglesia,... nosotros seguimos adelante, con la misma ilusión y con las mismas ganas de cambiar las cosas.

Cuando llueva, solo estaremos en el local que se ha convertido en nuestra sede, en la calle Miñagustín, entre el Pippers y el Bananas. Ya sabes, pásate por allí a darnos tu aval (no olvides tu DNI), y

#ParticipaEnElCambio