Incompetente Óscar López

Hace pocos días que la Agrupación Socialista "Jaime Vera" de Salamanca conseguía una lista de consenso, pactada e integradora en la que, al parecer, estaban representadas todas las corrientes, dando cabida incluso a los otrora críticos, y añadiendo caras nuevas a la nómina. Perfecto.

Algunos nos alegramos sinceramente, aplaudimos desde la distancia y, en cuanto tuvimos oportunidad, expresamos nuestros parabienes al que consideramos protagonista y artífice de ello, Enrique CABERO.

Nos alegramos por el PSOE pero también por la sociedad salmantina, necesitada imperiosamente, como está, de disponer de una alternativa de gobierno municipal sólida, creíble, real y posible, que impida a los mandamases actuales dormirse en los laureles y les obligue a seguir trabajando.

Uno piensa que la alternancia democrática es buena cosa. Pero para que la alternancia sea posible parece imprescindible que exista una alternativa verosímil.

De lo contrario, uno da en creerse que su sucesor se anda todavía por el COU ?como decía Felipe- y corre el riesgo de morir de éxito ?como les pasó a los psocialistas-.

Pero sobre todo, los que acaban pagando el pato de la falta de alternativa real son ?como siempre- los ciudadanos, que comienzan a sufrir las consecuencias de quien, por carecer de miedo a la cita electoral, se torna déspota, ególatra, caciquil y lanzarotiano.

Es como el monopolio o los oligopolios en la economía de mercado, que como no tienen quien les dispute los clientes, son siempre perjudiciales para los consumidores. La libre competencia es, para los consumidores, mucho más sana y positiva que la ausencia de competidores, como la alternancia democrática es para los ciudadanos muchos más saludable que la esclerosis inmovilista de una oligarquía imbatible.

Fíjense que el propio lenguaje ?nunca neutral y didáctico siempre- nos enseña que donde hay más de una oferta se dice que hay competencia y se llama también competencia a la capacidad y eficacia, a la pericia e idoneidad para algo.

Por eso digo que, como no es bueno para el ciudadano la falta ?ni la escasez- de alternativas políticas y que sólo hay verdadera competencia cuando el competidor es competente, a todos nos interesa que la oposición sea, cuanto más sólida mejor, cuanto más creíble óptimo y cuanto más capaz lo siguiente.

Y por eso me alegré de que CABERO lograra la integración y la paz ?o al menos la apariencia de ambas- y que con ese bagaje acuda a la cita del 24 de Mayo.

Pero por eso mismo me llevo la gran decepción y el chasco mayúsculo cuando veo que en Béjar se hace justo lo contrario y se impone el dedazo manchado de grasa aparatista a la prístina decisión de las urnas.

Eso no es manera democrática de funcionar y es, además, un acto de estupidez supina. Parece mentira que, después de la espantada de Óscar LÓPEZ, y los resultados que con ello obtuvo, se vuelva a empecinar ahora en imponer a Ana MUÑOZ por encima de los candidatos democráticamente elegidos por todos los militantes de la agrupación bejarana. Seguramente tendrá que retribuir hogaño lealtades espurias de antaño, pero no ha calculado bien los daños colaterales.

De momento se ha cargado la agrupación bejarana, ha diezmado la militancia, se ha quedado sin Ejecutiva Local y ha tirado a la basura una gran lista municipal.

Enhorabuena, aparato. La derecha no para de vitorearos: sabe que la competencia incompetente no compite eficazmente