Post-andaluzas

Pues está claro que como gurú me puedo ir despidiendo ya que, en otros análisis que he realizado, pronosticaba que tras la elecciones andaluzas "todos habrán ganado" y, ciertamente, sólo han ganado los partidos de la casta y la corrupción, excepción hecha de ciudadanos que tiene un resultado favorable y ni se observan signos de corrupción, ni conforma parte de la casta, entendida esta como magma endogámico y corrupto o corrompible que busca, únicamente, el poder para su propio y oscuro beneficio, en la que, claramente, se encuentran el PP, PSOE y PODEMOS. En este punto, indicar que si bien la democracia supone el respeto del voto y del vencedor, sea este el que sea, no deja de incurrir en responsabilidad aquel que con su voto consagra o valoriza actuaciones indignas, como la corrupción, y eso, exactamente eso, ha hecho la sociedad andaluza, independientemente del sentido del ejercicio de su Derecho.

Otra valoración evidente es que, en Andalucía sólo tiene cabida la izquierda, vence el PSOE, vence PODEMOS, pese a que se desinfla al no conseguir superar el techo de Izquierda Unida de 20 procuradores en las Cortes de la Junta, vence igualmente Ciudadanos que se define como socialdemócrata y pierde el único partido de la derecha democrática, moderna y europea, como es VOX. ¿Ello es debido a que Andalucía es de izquierdas? La contestación no puede ser del todo afirmativa, pese a que la izquierda tiene un valor resistente que no se observa en otras latitudes, lo que sucede es que el PP traicionó a su electorado, presentó un candidato sin elaborar y VOX no ha sabido llegar con su mensaje de regeneración, transparencia, unidad nacional y libertad individual a un electorado poco receptivo. ¿El error ha sido de los medios, del electorado, de? o de VOX? Pues todo influye, pero es evidente que si el emisor no es capaz de utilizar la estructura de oportunidad política se estrellará con un muro infranqueable. Es un conjunto de factores, unos exógenos y otros endógenos, unos modificables por el emisor y otros propios de la ventana política, que no pueden ser más que utilizados por el actor, pero no pueden ser alterados, por lo que la responsabilidad última es de VOX, pese a que tenga explicaciones externas.

¿Entonces la derecha no tiene futuro? ¿Vox no tiene futuro? Por supuesto que sí, mucho más que antes, si es capaz de asimilar el castigo, alterar sus sistemas comunicativos, desembarazarse de fórmulas anticuadas o clásicas y con fuerza, esfuerzo y agilidad se dedica a demostrar, con propuestas sólidas, actitudes coherentes, y modos nuevos, que hay otras formas más limpias, democráticas, transparentes y, sobre todo, diferentes de hacer política con mayúsculas, cercana al ciudadano, pegada al terreno y con las manos limpias y la cabeza alta salir a ganar el partido.

La clave está en demostrar que hay otra forma diferente de hacer política y vivir la política, sin vivir de la política y, con el tiempo, el canal de comunicación, entre los ciudadanos y esa derecha moderna, europea, regeneradora y democrática, se irá haciendo cada vez más amplio y eso, no lo puede hacer el PP con una estructura tan sólida, tan inamovible y tan emponzoñada, por dentro y por fuera, pues si lo hiciese, VOX no tendría en la práctica espacio en el que moverse, pues su espacio es el de la diferencia limpia de esa derecha necesaria en España