¡Llega el Circo!

Hoy es el gran día. Se puede decir que es el gran día para los andaluces, porque ejercen el sacrosanto derecho democrático por excelencia, que es elegir a sus gobernantes; se puede decir que es un gran día para la democracia porque se vota en paz, y se puede decir que es un gran día para el partido que se perfile como favorito, según los sondeos y los cálculos.

Pero no: yo me refiero a algo más atractivo, apasionante a mi modo de ver. Se trata de que hoy vamos a descubrir una piedra roseta que nos va a facilitar las claves ?al menos algunas muy importantes- para conocer el comportamiento de los partidos y de los políticos en el futuro próximo en nuestro país.

Ya sé que alguien podrá decir que eso es algo intranscendente porque el comportamiento de los políticos ya se sabe con antelación: con absoluta seguridad se sabe que van a incumplir sus promesas electorales; es verdad. Pero yo me refiero a que a partir de hoy ?y en función de los resultados que finalmente se den- vamos a conocer las alianzas que entre los partidos puedan surgir y que ese conocimiento nos va a permitir anticipar el que podrá darse después de las elecciones generales de noviembre.

Ya sé que también en este caso la profecía no es difícil porque hemos visto pactar a Dios con el diablo y alianzas cotranaturales para obtener o mantener el poder. Sí, también es verdad. No obstante, el que ya ha dado en llamarse laboratorio andaluz nos va a facilitar información sobre el comportamiento de actores políticos que nunca antes hemos tenido oportunidad de conocer y, con ello, vamos a poder saber si de verdad hay algo nuevo bajo el sol, o si es más de lo mismo con la cara lavada y el collar repintado.

Es decir, digámoslo ya sin ambages, el foco de observación ?el mío por lo menos- va a estar apuntando constantemente a la actuación de Podemos y Ciudadanos y lo que observe me va a servir, desde luego, para calcular lo que pueda esperar en municipales y generales. Y tal cálculo, obviamente, va a determinar el sentido de mi voto.

Ya anticipo que ambas formaciones ?como todas las demás- pondrán sus intereses partidarios por delante de los ciudadanos y primarán la poltrona sobre la decencia. Estoy completamente seguro ?a fuer de estar reiteradamente despechado- de que no hay cincuenta justos en Sodoma y de que nos merecemos, en consecuencia, esta lluvia de fuego y azufre que el dios de los católicos ?mezquino, cruel y vengativo en palabras del maestro Saramago- nos manda en forma de políticos. Por eso sé que allí donde el pacto les pueda dar poder, todos y cada uno de los políticos pactarán. Sin perjuicio, claro está, de negar tal intención durante la campaña y de rechazar los pactos ?luego de las elecciones- allí donde no satisfagan la miserable ambición del sátrapa de turno.

Lo hemos visto mil veces; no, más de mil, para ser exactos lo hemos visto siempre que la conquista espuria de un poder mezquino lo ha exigido: hemos visto a Monago trapichear vergonzosamente con Izquierda Unida, hemos visto a la Merkel conchabarse con sus más opuestos adversarios para ganar por un plato de lentejas la primogenitura de un Land y, si bien esto era más esperable por conocido y reiterado, con estupor en el rostro y hielo en el corazón, hemos visto también a Syrinza regalar a la derecha la cartera de defensa con tal de poder poner en el trono sus posaderas y a Varufakis.

Por eso, ya digo, hoy me parece el gran día porque, tal y como se presenta el panorama electoral andaluz, los previsibles resultados van a dar mucho juego y van a presentar escenarios propicios para cualquier cosa, de modo que -desde ahora lo pronostico- vamos a poder ver a la derecha más atrabiliaria y residual chalaneando con la izquierda emergente más radical -de boquilla-, lo mismo que a la izquierda tradicional y moderada ?demasiado- regateando por las esquinas con la meretriz coyunturalmente más atractiva el precio de sus servicios.

Hoy es el gran día. Como en las ferias de Salamanca, el gran circo ya está instalado: ¡Pasen a ver!, no se cansarán de admirar fenómenos increíbles, seres de inimaginable deformidad, contorsionistas ejecutando posturas inverosímiles, magos que disuelven la realidad, que convierten palomas en nada y promesas en humo ? ¡Pasen a ver! ?

Hoy vuelve el circo a esta plaza.