El partido eficacia en la gestión, y la sanidad pública

El pasado domingo asistimos a otra manifestación reivindicando un hospital, y por tanto, una sanidad pública digna y de calidad para Salamanca. La verdad es que no entendí el descuelgue de algún sindicato médico de la convocatoria. Eso de negociar migajas da mala espina, suena como a corporativismo rancio y oscuro. A mi modesto entender en realidad hablamos del modelo de sanidad que queremos para nuestro país, y no se resuelve con trapicheos de plazas. Hay gente que no quiere cambiar, ni ser corresponsable con la parte que le toca del funcionamiento de la sanidad pública.

Estos días nos informan que la sanidad privada crece, según ellos mismos reconocen, empeoran la pública para empujar a la gente a sostener el negocio. Los recortes no son nada inocentes, como la mala gestión, la falta de medios, los conciertos con clínicas privadas, la externalización de servicios (nunca para mejorar), etc. Despilfarro del dinero de todos, en definitiva. El Partido Popular asumió con entusiasmo hace años la cruzada para convertir en negocios los servicios públicos y los derechos. Y, por supuesto, nunca terminan en la economía social por ejemplo, siempre aparece algún amigote por el entorno. Madrid está siendo el laboratorio de libro.

Resulta curioso cómo han logrado que gran parte de la ciudadanía asuma que la derecha gestiona bien los intereses públicos, que resuelven crisis. La de los 90, de la que se cuelga medallas Aznar, se saldó con una economía basada en la especulación y la corrupción. Como era inevitable pinchó y llegamos a 5 millones de parados, paro en realidad estructural que se solventa emigrando como en los felices años 60. La crisis actual, especialmente grave en España, la afronta el partido de la "eficacia" a base de recortes, paro, precariedad y explotación laboral, creando pobres incluso entre quienes tienen trabajo. Y privatizándolo todo. Obviando que estamos en pleno cambio de modelo económico, y por tanto social y seguramente político.

Siguiendo con la sanidad pública, me llama la atención la propuesta a pacientes, para reducir listas de espera, de viajar no menos de 300 kilómetros para ser atendidos. Lo sorprendente es que, seguramente, afirmaran que es más barato que poner en marcha quirófanos que no usan, camas cerradas, o contratar más profesionales. Y mientras, la privada hace competitivos sus costes usando fraudulentamente los medios de la pública, como parece que ocurría en un Hospital de Madrid. Ya sabemos que una forma de hacer rentable un negocio es vampirizar el bien común. Curiosa forma, por cierto, de aplicar incompatibilidades, esa confusión de médicos en centros públicos y "por la tarde" en el privado. Curiosa forma de combatir el paro "repartiendo trabajo".

Por si todavía alguien no lo sabe, la sanidad es competencia de las Comunidades Autónomas. El Sacyl pertenece a la Junta de Castilla y León, y casualmente a finales de Mayo hay que evaluar la gestión del Partido Popular al frente de esa administración. Desde 1987, no sólo en Andalucía se eternizan los mismos en el poder. Claro que alguien les habrá votado estos 28 años, supongo que por su eficacia en gestionar los servicios públicos.