Desencuentro entre vecinos de Almendra y Ayuntamiento tras la retirada de un pequeño jardín en...

La retirada de una pequeña intervención en piedra, un pequeño jardín en forma de espiral, realizada en la charca de uno de los jardines municipales, en concreto el conocido como el Tómbaro, ha provocado un desencuentro entre vecinos de Almendra. La decisión del Ayuntamiento de retirarlo, tres años después de que se instalará dentro de las actividades acometidas en un taller de verano con los niños, ha provocado en especial el malestar de Claudia Amaral, vecina del municipio y la persona que, en su día, se encargó de impartir dicho taller. El Ayuntamiento, en palabras de su alcalde, Domingo Vicente, argumenta que se ha retirado porque, en esa misma zona, están previstas unas obras de mejoras, "se va a hacer una intervención para recoger el agua, un canal de agua, y aprovechando se colocará una mesa con unos asientos".

Sin embargo, el argumento no convence a la otra parte, quien recuerda que "hace 3 años desde los talleres de verano, que tan buena acogida tienen en la época estival, en Almendra se llevó a cabo una intervención artístico-ambiental, en el Tómbaro, un jardín semi-abandonado del pueblo, con el permiso del Ayuntamiento". "Respetando criterios de la arquitectura popular de construcción de los muros en piedra seca, se dio la posibilidad a los niños y jóvenes de poder construir algo con sus manos en su propio pueblo. Acercando estos niños a valores como el cuidado y el respeto por el pueblo, por la naturaleza, por el trabajo en equipo, por la cooperación, entre muchos otros valores que han ganado a raíz de este pequeño proyecto, construimos un jardín en forma de espiral y una pequeña charca", añade Amaral.

"Un proyecto pensado, diseñado y llevado a cabo por todos los niños, niñas y jóvenes del pueblo, que nos visitan en el verano, con bastante esfuerzo pero también con mucha dedicación y alegría". "Y sin ningún criterio ni respeto por todo lo referido, desde el Ayuntamiento de Almendra por presión de unos pocos vecinos, a día de hoy tal intervención artístico ambiental ha sido destruida y todas las piedras levantadas con tanto esmero por las manos de estos niños que serán los hombres de mañana, tiradas en un montón", apunta Amaral.

El alcalde, por su parte, aunque reconoce que es cierto que hubo alguna queja por parte de algunos vecinos, a los que no gustaba en términos estéticos, asegura que el argumento principal para su retirada ha sido que se quieren acometer mejoras en esta zona y que consideran más práctico el tener un espacio para sentarse.

"Es una lástima que con la cantidad de actuaciones que se pueden acometer en cualquier municipio para mejorar y arreglar espacios, gasten recursos y tiempo en destruir elementos que no molestan, que estaban integrados en el paisaje y realizado de una forma tan cariñosa, por quienes lo construyeron", replica Claudia Amaral.