El entrenamiento

No nos tenemos que engañar. Lo que verdaderamente les gusta a los chicos es que llegue el fin de semana para poder jugar "el partido". Salir al campo con su indumentaria, sus botas, con la oficialidad que otorga un árbitro, con gente alrededor de las vallas que les insuflen aliento.

¿El entrenamiento? El entrenamiento es otra clase más para ellos. Y también un sacrificio: calor, frío, lluvia?

Por eso hemos de convertir el entrenamiento en una actividad amena y que sirva de desconexión a los jugadores. Hemos de lograr que los niños descubran ese tiempo como algo, que además de aprendizaje les va a conceder un rato de diversión y de esparcimiento. En definitiva, que vengan con ganas, con alegría y que la asistencia no les suponga una obligación, sino un deseo.

Y en el fútbol eso solo es posible conseguirlo si hay un balón por medio. Si hay una variedad en los ejercicios. Si logramos transmitir a los jugadores un sentido a lo que estamos haciendo. Si el entrenamiento tiene su recompensa.

Los chavales quieren jugar. Pues démosles el balón. Busquemos ejercicios donde el físico esté integrado en el juego. Donde los jugadores tengan despertar su imaginación, su concentración, su mente, para que de esta forma, poco a poco lleguen ellos solos a las premisas que se marcan como objetivo en el ejercicio. Juegos donde se puedan aprender, desarrollar y perfeccionar perfectamente los aspectos técnicos del balompié en juego real y con oposición. Cierto es, y conforme los jugadores vayan creciendo, que serán necesarios otros tipos de ejercicios para desarrollar principalmente aspectos físicos, pero eso no es obstáculo para que el mayor porcentaje del tiempo de entreno esté ocupado por el balón.-

El tener un amplio repertorio de ejercicios, de juegos y disponer de una gran capacidad creativa, es vital para un entrenador cuyo objetivo es que el jugador aprenda sin aburrirse y sin verse agotado por la rutina y repetición sistemática de éstos.-

E igual de importante es hacer ver a los jugadores el sentido que tiene el entreno. Aquello que van a trabajar tanto a nivel físico, como táctico y técnico. La explicación, no solo del funcionamiento del ejercicio, sino de lo que se pretende conseguir con él, del reflejo de los ejercicios en el partido, es también de suma importancia para conseguir que los chicos despierten su interés por entrenar.-

Y por supuesto, la recompensa a obtener con un buen entrenamiento, el fin que todos los jugadores persiguen: jugar el fin de semana. De nada serviría lo anterior, si , trabajando todos por igual, sólo unos son los que sábado tras sábado se visten de corto.

Pero esto, solo es una opinión, como todas las que hasta ahora se me permiten mostrar a través de estas de estas líneas semana tras semana.-