Paraísos cercanos

A veces buscamos paraísos en lo que está más alejado de nosotros, en aquello que nos parece extraordinario porque no estamos acostumbrados a ello, porque nos parece inalcanzable, porque forma parte del mundo de los deseos y no de las realidades, y sin embargo lo que es común, cotidiano, lo que tememos cerca puede hacernos sentir felices y plenos.

Salir con la familia a un pueblo cercano donde dar un paseo, descubrir algo nuevo que siempre ha estado cerca y que nos sorprende precisamente porque estaba ahí, al lado desde siempre y no lo conocíamos.

Disfrutar de una comida al aire libre un sábado o un domingo como estos que acabamos de pasar, que nos regalan una primavera adelantada, un café en una terraza con unos amigos conversando de cosas trascendentes o banales, una reunión con aquellos con los que no se puede disfrutar todo el tiempo que te gustaría entre semana, o simplemente tomar el sol en soledad, por que también un tiempo a solas o en silencio puede ser un paraíso.

Un rato con tu pareja, un juego con tus hijos, una película, una rato de lectura,?

Un paraíso es compartir unos kilómetros al tran tran, el domingo por la mañana con un grupo de corredores amigos todos entre charlas asuntos divinos y humanos

Y cuantos paraísos me dejo que estan cerca, en los que no necesitan pasaje, horas de avión, un bote extraordinario de la primitiva, que podemos disfrutar sólo con prestar un poco de atención, de tener ganas de vivir el momento, mire a su alrededor, seguro que encuentar más de uno, al menos eso le deseo.