Regeneración, Transparencia y Democracia

En el año 2003, cuando el gobierno de Partido Popular, que capitaneaba José María Aznar, apoyaba políticamente la Guerra de Irak, sin mandar ni un solo soldado, por más que le pese a la farsa siniestra de este país, me afilié al Partido por entender que defendía, sin miedo, sus posiciones, su ideología, sus aciertos y sus errores. Desde mi afiliación al PP, ya escribía por aquel entonces en la prensa escrita de esta ciudad, me empeñé en mantener la necesidad de regenerar la sociedad, la economía y la política, con una precisa transformación democrática de los partidos y de la transparencia como forma de actuar en la política, sin miedos a nada, con sentido y dando fuerza a las bases, a los ciudadanos. Desde dentro propugné, trabajé, apoyé y busqué la promoción de fórmulas y/o personas que defendían, o eso decían, la regeneración, renunciando, de este modo, a buscar posiciones más fáciles o, posiblemente, con mucho más "rédito" para mi, pero creyendo que el cambio se podía conseguir desde dentro, para obtener la transformación propugnada.

En el año 2011, comprendí que aquellos a los que había apoyado para la consecución de la regeneración se habían mimetizado y lobotomizado con todo aquello que decían querían cambiar y se habían convertido en los más canallas en pos de su propia gloria, su propia promoción y su propio lucro, pues, según ellos mismos referían, acudían al partido a recibir el "sobresueldo". Traicionado y acusado de causar daño a los que había apoyado, los que dirigían la formación, en lugar de buscar a los truhanes que pretendían la mordaza del molesto, los apoyaban con su silencio, con su forma de actuar y, cuales "putillas de medio pelo", miraban para otro lado.

La regeneración debía de ser propuesta desde fuera de los partidos dominantes, desde la libertad, sin ponerle collar al "perrito sin alma", y así lo he defendido durante años desde la atalaya del mirador que me otorga mi vis pública en los medios, sin implicación o militancia alguna. Cuando comenzó el 15-M, estaba de acuerdo con las posiciones de cambio, regeneración y transparencia que ellos mantenían, difiriendo en sus posiciones antisistema, radical y, sobre todo, de sostén de una izquierda ya superada por antigua y antidemocrática; pero, como indignado, me senté en la Plaza de la Constitución con los "perroflautas" de entonces.

Hoy, el único partido que defiende la creación de controles políticos al poder, la división de poderes y el cambio en la forma de elección del Consejo General del Poder Judicial; el único que potencia la independencia y cambio en la forma de trabajo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, del Banco de España, del Tribunal de Cuentas; el único que defiende la obligación de comparecer y construir formas de transparencia política, desde dentro del sistema democrático, fortaleciendo el mismo y solidificando la participación democrática y el control como forma auténtica de democracia; el único que propugna la regeneración política, la democracia, el poder del sistema frente a posibles autoritarismos, es VOX y ese fue el motivo por el que solicité mi militancia y di el paso adelante de liderarlo en Salamanca y que abandonaré si cambia el rumbo, como hice con el PP cuando comenzó su traición.

La memoria es algo que no debemos perder. La manipulación una actuación que debemos desdeñar y, en cualquier caso, buscar siempre, así se lo inculco a mis hijos de forma permanente, la coherencia, la honradez, la solvencia y la hombría de bien como valores que nos permitirán salir adelante y no la farsa, la mentira, y la inconsistencia que son las que nos han traído al ciénago purulento en el que se encuentra la vida política, social y económica en este país..