Y a mí qué me importa

Me van a perdonar pero yo tengo mis dudas sobre eso que viene a ser "desnudarse" en las redes sociales, "abrirse en canal". Y ya no es cuestión de que uno sea más o menos tímido o no; no. La gente se cuenta unas películas en los feisbur que a mí, la verdad, me da vergüenza ajena. Yo pienso, ¿pero a mí qué coños me importa cómo era la paella que se estaba comiendo este señor?, o cómo son las flores de bonitas del geranio que tiene en la terraza esa señora. Me quedo un poco con los ojos a cuadros cuando veo y leo estas cosas y pienso: "sí, qué bien, pero ¿y a mí qué me importa esto?. Yo no sé porque a la gente le ha entrado repentinamente un interés agobiante por enseñar al personal sus gustos y las íntimas reflexiones de su filosofía de vida. Que se pone el sol, pues te ponen una foto y a compartir el sol, que el cielo se colorea de naranja, pues al twtter, para que el mundo vea como es el cielo naranja. Y mis niños, y mis viajes y mis amigos?

Yo tengo perfil en feisbur y cambio mi foto cuando me aburro y tengo email y blog poético. No soy ajeno a todo este universo y creo que no se debe ser, pero de ahí a publicar las naderías insustanciales que se publican va un abismo. ¡La gente no se corta un pelo!. El asunto no está en alardear de esa hemorragia costumbrista, de elogio a la desnudez de hábitos y relaciones, sino a vestirse de forma convincente y sensata.

Yo te quiero más obviando el uasap. De cuerpo presente. Eso sí me importa.