Problemas en la gestión sanitaria

Con la excusa de la crisis y la racionalización del gasto sanitario se están tomando medidas muy graves en nuestra provincia que afectan seriamente a la calidad sanitaria, futuro y prestigio de nuestro Complejo Asistencial. La Consejería de Sanidad sigue con sus recortes, es insaciable, tanto en recursos humanos como materiales. Pero los problemas de la sanidad salmantina no son solo la escasez de recursos, sino también, la mala gestión de los mismos. Soy consciente de que no es tarea fácil gestionar la sanidad, pero lo que no es admisible es gestionar la sanidad como una industria que hace producción en cadena, como pretenden nuestros gestores.

Es cierto que el gasto sanitario ha crecido a gran velocidad pero también lo es que nay mucho despilfarro. No se trata solo de gastar, sino de gastar con sentido común y eficacia al tiempo que se da calidad y, esto, desgraciadamente, en nuestra provincia no se da. Dicen los expertos en economía sanitaria que lo apropiado es aquello que técnicamente es posible, socialmente aceptable y económicamente viable.

Tenemos demasiadas personas gestionando la sanidad sin la formación adecuada y que el único mérito que aportan, es pertenecer al partido político de turno que gobierna o ser sumisos y obedientes con el poder político. Tener la carrera de medicina o enfermería no garantiza y capacita para ser un buen gestor. La falta de formación en gestión de los responsables sanitarios es evidente, sobre todo, por la cantidad de errores que se están cometiendo.

He participado en cursos de gestión sanitaria, asistido a conferencias y estudiado informes y manuales y, en todos ellos se habla de la "gestión del conocimiento", una nueva forma de actuar, pensar y gestionar. Una disciplina y estrategia que convierte los valores intelectuales de las organizaciones en mayor productividad, valor añadido y competitividad, sirviendo como estrategia en los procesos organizativos y de gestión. Pero esto parece que solo importa desde el punto de vista teórico porque a la hora de ponerlo en práctica los políticos huyen despavoridos.

La eficacia pasa por una buena gestión de recursos humanos y nuestros hospitales salmantinos están muy lejos de ello, desgraciadamente se ha perdido el rumbo y, la improvisación y la ineficacia es una constante que está afectando gravemente a la atención de los ciudadanos y los trabajadores sanitarios.

Se hace cada vez más necesario un modelo de gestión profesionalizado y transparente dirigidos por profesionales con formación en la gestión.