Cáncer

El cáncer constituye actualmente la mayor preocupación relacionada con el binomio Salud-enfermedad. Se denomina en general como si fuera una sola enfermedad cuando en realidad constituyen un grupo de enfermedades que suponen uno de mayores retos de los países desarrollados dado que se trata de reducir la mortalidad prematura que producen y mejorar su supervivencia.

Actualmente, al cáncer se le puede considerar como una enfermedad crónica curable porque un 50% de los tumores se curan y aproximadamente el 90% de los que padecen un cáncer mueren por las metástasis. Es decir, porque se ha generalizado por el resto del organismo. En estos días todos los expertos hablan de los grandes avances en los tratamientos utilizados y que se logrará controlar en las próximas décadas. Se habla, como casi siempre, más de curación que de prevención cuando existen muchas medidas preventivas asociadas al estilo de vida saludable que evita y controla la mayoría de los factores de riesgo modificables del cáncer. Además, cuando se afronta desde la racionalidad se contribuye a la efectividad del sistema sanitario al reducir la demora diagnóstica y su tratamiento precoz mejorando de manera significativa las probabilidades de curación. Las evidencias científicas y el aumento paulatino de los éxitos en términos de supervivencia indican que el cáncer está en vías de control.

Las principales medidas preventivas primarias, es decir, aquellas que evitan un gran número de neoplasias malignas y, por tanto, las que hay que practicar y llevar a cabo habitualmente son: evitar el consumo de tabaco, así se evitan numerosos tipos de cáncer,engtre el 80 y 90% de los canceres de pulmón en los varones y entre el 60 y 85% en las mujeres; pero además se previenen otros como cáncer de laringe, esófago, vejiga, etc. También reducir el consumo de alcohol para evitar el carcinoma hepático y otros. Seguir una buena dieta saludable como la mediterránea, sin carnes rojas y ahumados, para disminuir la probabilidad de cáncer colorrectal, segundo en incidencia en hombres y mujeres después del pulmón y mama. Además, realizar actividad física de manera habitual y no exponerse al sol excesivamente, sobre todo en las horas críticas que suele ser entre las 12-16h, para reducir la exposición a las radiaciones ultravioletas y, por tanto, evitar el cáncer de piel.

Por otra parte, la incidencia referida por algunos expertos y recogida recientemente en los medios de comunicación estableciendo que 1 de cada 2 niños va a padecer cáncer en su vida, es una previsión posible que se basa en el envejecimiento biológico y celular dado que con una mayor expectativa de vida se producen mayores multiplicaciones celulares y, por tanto, una mayor probabilidad de mutaciones celulares y cáncer. Esta teoría basada en el acortamiento de los telomeros, parte del cromosoma que protege frente a mutaciones, sólo será posible si no se hace nada con los factores que intervienen en la reducción de la longitud telómerica que en su mayoría son modificables y controlables, como es el consumo de tabaco y alcohol, el estrés, la obesidad, la diabetes y otras enfermedades crónicas.

En consecuencia, lo que las evidencias científicas indican y el sentido común nos propone es que el cáncer se debe afrontar desde la prevención con un estilo de vida saludable; pero también desde la confianza en los avances asistenciales diagnósticos y/o terapéuticos de nuestro buen Sistema Sanitario y que los profesionales utilizarán de manera competente para conseguir que en los próximos años la prevención y la curación sea cada vez en más pacientes y en más tipos de cáncer.

Una Vida saludable se asocia una menor probabilidad de cáncer?

JAMCA