¿Quo vadis PSOE?

Ya sabemos dónde va la derecha y cómo se posiciona. Sabemos que se dirige a posiciones más conservadoras con el fin de conseguir recuperar los más de dos millones de votos que cree tener extraviados, para ello se apoyará en la confianza que le ofrece las innegables mejoras en la economía y en posiciones más duras como la que le ha llevado a aprobar la ignominia de la cadena perpetua, nombre real del eufemismo de prisión permanente revisable.

Imaginamos dónde podrá ir Podemos, porque aquí sí que hay que hacer un verdadero esfuerzo de imaginación dando los bandazos a que nos tienen acostumbrados últimamente: Iglesias iba a ser neutral en las composiciones autonómicas, pero se ha posicionado en contra Rocío Filpo, persona elegida para representar la corriente Andalucía desde abajo y posicionarse a favor de Teresa Rodríguez, mucho más radical y apoyada por la dirección nacional, hecho paralelo al de Aragón, donde se ha tomado partido por la candidatura a Pablo Echenique. Ha fagocitado la izquierda radical y ahora se mueve hacia su derecha en un intento de absorber las posturas naturales de la socialdemocracia y disputar ese espacio a los socialistas y para ello está empezando a hacer "aparato" para destruir al bipartidismo, hecho que no abocará a un tripartidismo sin remedio.

Pero lo extraño es la postura de los socialistas. El 25 de julio las bases eligen Secretario General a Pedro Sánchez con el apoyo de Susana Díaz. Tal y como está el tablero político, todo el PSOE debería apoyar sin fisuras a su candidato, todo el PSOE. Pues bien, es Susana Díaz la que, en un claro ejercicio de funambulismo, convoca elecciones en Andalucía para el día 22 de marzo; ahora bien, si no gana por mayoría absoluta o muy cerca de ella, ha metido al partido en una situación irreversible, pues no podrá pactar con Izquierda Unida y no debería hacerlo ni con el PP ni con Podemos, aunque de todos es conocido que la política requiere, a veces, extraños compañeros de cama; pero es aun peor si las gana, porque entonces se proyectará sobre la política nacional con un claro desprecio hacia las bases, que han elegido a Pedro Sánchez, y que observan con la Sra. Díaz ya le está haciendo la cama. ¿Y qué decir de nuestros ínclitos ex Presidentes del Gobierno? Felipe González se une a Susana Díaz contra Pedro Sánchez y, por ende, contra las bases de su partido, mientras que José Luis Rodríguez Zapatero se reúne en un ágape con el Sr. Bono, que por cierto está en todas las cocinas, y con Emiliano García-Page que debe estar muy dolido por no haber sido él el elegido por las bases. Lo lamentable es que no es esta la primera traición de los barones socialistas contra la decisión de las bases de su partido. Deberían estar unidos en la defensa, sin fisuras, de la persona elegida para representarles y no traicionarle a los seis meses de ser elegido. ¿Hay primarias realmente en el PSOE? ¿Quo ducis PSOE?