Capital del folklore charro por San Blas

Boletería completa 'vendida', como dicen los taurinos de ultramar, para honrar a San Blas en la localidad serrana de Mogarraz, festividad que viene de la mano del folklore más puro, el de los amigos que se reúnen, casi por antojo de diversión y empuje del tamborilero local Leopoldo Hernández, para darle nota a la flauta y el tamboril.

Jornada de invierno, con amagos de ventisca y nevada, seguramente, si se ponen los cielos en celo, por capricho de la Virgen de las Nieves (cuya peña se esmera en que este evento sea cada año más acogedor y armonioso), celosa de la procesión de San Blas, fiesta que arrancó a primera hora con el pasacalles de tamborileros con destino en el Ayuntamiento. Momento este de gran emoción, con el acto de imposición de la 'Medalla de San Blas' que este año ha recaído en el industrial local, José Antonio López Díaz, recientemente fallecido y cuyo homenaje póstumo fue recogido por sus familiares que quisieron agradecer al Consistorio y a toda la población el cariño recibido.

No faltaron los dulces y el aguardiente, ni el sabroso 'limón' (cocina de alta escuela serrana) siempre con la nota de fondo de los tamborileros, y la misa en honor al protagonista litúrgico del día, San Blas, que con aquello de "por mi día la nieve verás" hizo acopio de refrán y comenzaron a caer unos copos para dar lustre, solo eso, a tan espléndido día.

La procesión, en multitudinaria compañía, recorrió algunas de las calles del pueblo, acto que cerró la mañana ya embocados todos en la comida popular que abrió los actos vespertinos, una rondalla a charanga y tamboril por algunas de las bodegas del pueblo, con picaos de diente y otros de baile.

Una fiesta que cerró a altas horas de la madrugada y que, un año más, convirtió a Mogarraz por unas horas en la capital del folklore charro.

Raúl Mateos-ENTRESIERRASrd