Dieta y MasterChef

Un viejo aforismo hipocrático dice que <<somos lo que comemos>>, aunque hoy sería más adecuado decir vivimos y comemos lo que vemos y leemos y, para la mayoría, lo que ve en la televisión. Los hábitos alimenticios forman parte del día a día y de la cultura y costumbres de los pueblos. La alimentación es una necesidad básica que forma parte del día a día para aportar nutrientes a nuestro organismo; pero también nos permite compartir unas viandas y disfrutar de una conversación, aunque esto cada vez menos y solamente los fines de semana.

Actualmente asistimos a una exposición mediática generaliza de programas televisivos basados en aprender a cocinar, a emplatar y otras competencias relacionadas; pero no se insiste en el aspecto más importante asociado a la alimentación, la nutrición. Costaría muy poco conjugar la preparación de los alimentos y las estrellas Michelin con dar a conocer la composición básica de los alimentos en hidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales, aspecto que sería relevante, sobre todo, en los masterChef junior. Esta información televisiva tendría una gran transcendencia dado que comer y nutrirse bien lleva a la dieta saludable y ésta es el componente fundamental de cualquier estrategia poblacional relacionada con la Promoción de la Salud y la Prevención de las enfermedades crónicas más prevalentes como las cardiovasculares. Para que la dieta sea un elemento influyente en la Salud hay que llevar una alimentación y nutrición equilibrada. Es decir, tiene que contener una diversidad de alimentos en proporciones adecuadas y proporcionales a las características personales y al modo de vida activo o sedentario de cada individuo. De esta forma se cubren los requerimientos energéticos y de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas, minerales y agua). Con este aporte alimenticio nuestro cuerpo puede realizar las funciones vitales y también puede ejercer funciones adicionales de Promoción y Protección de la Salud.

Por otra parte se debería hacer hincapié en la dieta mediterránea como patrón de dieta más equilibrada y saludable que consiste en comer de todo y, sobre todo, alimentos de temporada entre los que se deben incluir las frutas y las verduras diariamente, pescado y aves de corral varias veces a la semana, legumbres, carne roja una vez a la semana y 1 huevo 2 o 3 veces por semana y, por último, cenas a base de ensaladas o gazpachos y frutas. Todo ello aliñado y cocinado con un buen aceite de oliva virgen. También es recomendable comer a la mesa dos veces al día y para entre horas como aperitivos y de forma moderada frutos secos por su poder antioxidantes.

Otro déficit o aspecto desfavorable del programa es basar los postres en alimentos generalmente a base de dulces muy elaborados cuando lo saludable y recomendable es comer frutas de temporada al final de las comidas bien de manera individualizada o en macedonia. Además en nuestro país existe una gran variedad y son de gran calidad vitamínica y organoléptica.

Todas estas afirmaciones se justifican en las evidencias científicas aportadas por estudios epidemiológicos que afirman que las personas de los países mediterráneos viven más, disfrutan de una esperanza de vida de las más altas del mundo y la frecuencia de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas como el cáncer y otras tienen una incidencia de las más bajas. Por tanto, habrá que llevar a cabo en la medida que nos permitan nuestras posibilidades económicas.

En consecuencia, salvo contraindicación médica por problemas de Salud, se puede y se debe comer de todo para conseguir aportar a nuestro organismo la cantidad necesaria macronutrientes y micronutrientes. La dieta ideal no existe; las dietas milagro tampoco; pero nos aproximamos a ella si se come de todo de manera controlada y equilibrada en base a alimentos de temporada.

Comamos pues, y disfrutemos de la alta variedad de alimentos para conseguir una buena alimentación y una equilibrada y sana nutrición como componente esencial, junto al ejercicio, de nuestra Salud.

JAMCA