Dios no quiere fanáticos sentados a su diestra

No hay más remedio, estos días toca hablar o escribir sobre los terribles atentados terroristas que tienen afligida a toda la Humanidad. Mucho se ha hablado y escrito, por lo que encontrar una enfoque distinto, decir algo que no se haya dicho, es una tarea harto difícil.

Qué es un atentado contra todo lo que representa Occidente (libertad, democracia, tolerancia?) es algo que está en la mente y en la palabra de todos. Que los terroristas, son eso terroristas y que no representan a ninguna religión o cultura, es algo que todos debemos tener claro, porque de lo contrario podemos caer en el terrible error de identificar a una determinada religión con el terror y la intolerancia.

Creo que lo más justo, a la hora de abordar este tipo de acciones, que tanto se están repitiendo a lo largo y ancho de nuestro planeta, sería tratando a estos individuos o colectivos, como terroristas que utilizan una religión como excusa para cometer sus fechorías. No me cabe la menor duda de que quien comete este tipo de actos son gente desequilibrada, que en alguna parte de su vida han perdido el norte, la noción de lo bueno y lo malo, de lo que es justicia y de lo que no lo es? han perdido los sentimientos y el respeto a la vida de las personas. Son gente, cuya inteligencia se ha menguado de tal forma que se han convertido en animales con muy poco raciocinio. Porque ¿qué mente, que tenga un poco de lucidez, puede pensar que a un dios, el que sea, le puede resultar grato escenas como las que hemos visto estos días y las muchas que han quedado ensombrecidas por este acto, pero que se están repitiendo día sí y día también en todo el mundo?

¿Qué mente, que no esté podrida, puede pensar, que rematar a un semejante, que yace herido en el suelo, engrandece a su dios?

Todo lo anterior, es aplicable a los que les apoyan y a los que tratan de justificar estas atrocidades.

Creo que quien piense que unos dibujos pueden ofender a algún dios o a algún profeta, es porque tienen a ese dios, o a ese profeta, en muy baja valoración. Si hay algún dios, el que sea y donde sea, estaría muy por encima de estos juegos de los pobres humanos, que metiditos en una insignificante bola de barro, juegan a ser pequeños dioses que pueden disponer de la vida y la hacienda de los demás.

Si ese dios se pudiera ofender por algo, nunca sería por unos simples dibujos, de los que en el fondo, él también se reiría, sino por las sangrientas manos de los que matan a un semejante y que además, dicen que lo hacen en su nombre.

Si a todos estos individuos, que están cometiendo todas estas fechorías por todo el mundo, de repente, se les encendiera la bombilla de la razón (lo peor es como la tengan fundida) ellos mismos quedarían tan aterrados de sus fechorías como lo estamos el resto de los mortales.

Si se les encendiera esa bombilla, se darían cuenta de que, de haber algún dios, lo sería de todos, no de unos cuantos descerebrados. Por lo tanto, al matar a un semejante, están matando a un hijo de ese dios ¿Y qué padre puede querer que uno de sus hijos mate a su hermano?

Es hora de que todos nos manifestemos claramente en contra de esta barbarie, pero de una forma especial, aquellos que tienen alguna responsabilidad en la religión a la que estos criminales dicen servir. Es hora de que les digan, de una forma masiva, con los máximos responsables a la cabeza, sin que haya el más mínimo lugar para la duda, de que esos actos son contrarios a la religión, al Profeta y a Dios. Es hora de decirles, que por ese camino, nunca conseguirán la gloria que pretenden alcanzar en el otro mundo. Gloria que también hay que negarles en este, que nadie pueda ver en estos individuos a unos héroes. Decirles, bien claro, que son unos cobardes y que ese no es el camino para conseguir ningún fin. Si este rechazo, en lugar de venir de un "perro infiel", viene de sus "hermanos", tal vez haya alguna posibilidad de que les llegue a sus acartonados corazones.