Agenda de poetas "cabreados"

Cada año nuevo, cada año niño, diría Serrat, son "como esos locos bajitos que se incorporan / con los ojos abiertos de par en par, / sin respeto al horario ni a las costumbres / y a los que, por su bien, hay que domesticar". Y año tras año echamos mano de la agenda, que se presenta límpida, retadora, a la que tenemos que quitar esa virginidad de hoja sin mácula.

Y para esas frías primeras páginas, hemos de construir en lo personal, año tras año, un puente o un subterráneo, tal sea una transición del anterior o se trate de sobrevivir al pasado, que fue un año que nos dejó maltrecho y lo hemos de comenzar por debajo de nuestras necesidades.

En ello podemos embargar unos cuantos días y al darnos cuenta que decaen los parabienes de amigos y enemigos, comprobamos que ya es día 13, con más exactitud martes y trece, y este día es precisamente hoy. ¡Bien comenzamos!

Bueno, tranquilos, que esta exclamación es para los que no saben que ser supersticiosos trae mala suerte, pero allá ellos. En mi caso, abro la agenda por la página del día y, para tomar el camino adecuado, de las primeras lecturas del año he echado el lazo a unos versos de nuestro poeta extremeño-salmantino José María Gabriel y Galán, que, a modo de buenos propósitos, marcarán la pauta a mis próximos trescientos cincuenta y dos días: "Labra, funde, modela / torna rico el erial, pinta y cincela, / incrusta, sierra, pule y abrillanta, / edifica, nivela, / inventa, piensa, escribe, rima y canta"... [Con anterioridad he cromado, como un impulso irrefrenable, un lazo negro].

Años anteriores me ha guiado otro poemario y hasta deslenguados pensamientos. Pero éstos, ¡para qué referirlos!; aunque he de decir que son una buena terapia que aconsejo y que está libre de copyright. ¿Quién no recuerda "Resistiré", por Wyoming? Pues así, con todas las letras, encabezaba mi agenda tres años atrás: "Resistiré para seguir viviendo? Resistiré los años de gobierno del? (sigan, sigan?)".

Pero como esto nació con propósito de enmienda, no era cuestión de dejar la canción de manera vitalicia, así, hace dos años, le di el cambiazo por un aforismo conocido por todos y que fue obra del presunto "Fénix de la osados" don Camilo José Cela. Y con ello les estoy poniendo sobre la pista de aquel afortunado pensamiento que le ha acompañado más allá de su vida: "El que resiste, gana".

Este proverbio lució en mi agenda un año y casi otro y con él tiré para adelante hasta el actual, en el que termina la legislatura que lo arreglaría todo. No hay motivos para poner en duda las palabras de nuestro presidente y de la señora Merkel, aunque nos duelan las espaldas de "remontar" banqueros, grandes empresarios y políticos corruptos. Después, como decía Jorge Manrique en "Coplas a la muerte de su padre": "cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor, cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado? ¿fue mejor?".

Hecho un páramo, ¿lo pasado fue mejor?, cómo será el devenir. Imaginémoslo. En la jubilación, ¡ay de aquel que no haya hipotecado su dignidad! El buen cocinero recordará con acidez por qué no continuaría de lavaplatos. El galán revivirá con rabia la edad de cuarenta años, en los que protestó por no pasar a papeles secundarios y se halló en el paro. El creativo echará de menos aquellos días en los que abandonó sus quehaceres harto de darle pinceles a un mediocre recomendado. El artesano recordará con nostalgia al amigo que se fue a la cadena de montaje, etc.

Esto sin olvidar al ingeniero haciendo hamburguesas, al maestro en la pizzería, al médico de jardinero? Para qué seguir. Oficios con dignidad, pero donde se tiran por la borda muchos años de estudios. Sin embargo, no hay que preocuparse, que para resignación de todos es probable que veamos a Messi jugando de defensa.