2015: recuperaciones

Dependiendo de qué parte sople el viento, hay augurios para todos los gustos y sensibilidades. Como será año de elecciones, empiezan a notarse "recuperaciones" que surgen por generación espontánea, porque no parece que la realidad nos lleve a tanto optimismo, como algunos pretenden.

Despidiendo la Navidad, ahí siguen las colas en las oficinas de empleo y en los comedores sociales, como signos evidentes de que es mucho, muchísimo lo que nos queda por superar y que nadie, sobre todos los políticos insensibles, se consuelen con las leves y efímeras mejoras de estadísticas, injustas siempre, porque el objetivo no debe ser la disminución, sino la desaparición de tanta penuria, de tanta injusticia y de tanta desigualdad, por tanto egoísmo y tanta codicia de no pocos.

En este año que empezamos debemos y tendremos ( si es que queremos ) recuperar lo mucho que hemos perdido en estos años de crisis, no sólo económica, sino de valores. De aquellos valores que definen y califican a las personas como tales: decentes, honrados, con principios. Esta es la gran crisis que tenemos que superar.

Nos quedan muchas sorpresas por conocer, porque será un año judicialmente movido, o eso parece. El resultado que debemos esperar no puede ser otro que el justo castigo a los imputados que resulten condenados y la principal condena debe ser la devolución de lo injusta e ilegalmente sustraído. De la cárcel terminan saliendo más pronto que tarde. Lo mejor es que restituyan lo que no ganaron honradamente, donde lo tengan, y si no aparece, dejarlos en tal situación que pasen a ser ellos los que formen las colas de los comedores sociales, para que aprendan y sufran en sus propias carnes lo mismo que han sufrido y sufren tantos inocentes y honrados ciudadanos.

Tendremos suculentas sorpresas, también, que nos deparará la increíble historia del pequeño Nicolás, del que todo el mundo que le ha conocido y tratado reniega y no sabe nada, pero dejemos que fluya el tiempo?

Tendremos, también, que seguir soportando las encuestas interesadas, dependiendo de la fuente, que a diario nos irán ofreciendo los distintos medios sobre el futuro electoral que nos espera. Los españoles, que adolecemos en gran medida de formación política, solemos tener a última hora una lucecita de cordura y eso nos salvará de preparar un desaguisado mayor que el que venimos sufriendo. Hoy estamos en pleno auge de filias y fobias, principal motivación para manifestarnos, pero cuando va llegando el lobo y asoma las orejas? nos hacemos más sensatos, o sentimos temor a lo desconocido.

Pero que no se fíen los que creen que con cuatro detallitos de última hora van a mantenerse en al carro. Habrá cambios, pero no serán tan radicales como unos esperan y como a otros les gustaría. Poder no es posible si lo intentan unos pocos o unos muchos. Poder lo que se dice poder, solo PODEMOS todos juntos. Y juntos tenemos que estar para arreglar esto.