Saludable 2015

Como todos los años por estas fechas, se comienza con buenos deseos y nuevos propósitos para buscar cumplir algún sueño; aunque sería más realista tener por objetivo conseguir momentos de felicidad. Sobre la Felicidad, existen varias teorías: la genética, que establece que ésta se obtiene por herencia y va implícita en los cromosomas. Si se acepta esta explicación, se asume que se debe a lo que le toca a cada uno en la lotería del bombo del DNA y, por tanto, sólo cabe esperar que el destino sea favorable o desesperar y vagar por la vida con negativismo y pesimismo. En el otro extremo de esta teoría, estaría aquella que establece que la Felicidad depende de cada uno, de los esfuerzos por conseguirla; pero también de la forma de medirla y evaluarla a través de indicadores como son los bienes materiales y/o los resultados personales, familiares y profesionales. Es decir, depende de que se ponga el énfasis en el ser, en el tener o en ambas. En la sociedad de consumo en la que estamos inmersos, la publicidad y los medios de comunicación, nos inculcan que se obtiene a través de bienes materiales, que si no procuran la Felicidad con mayúsculas, sí dan momentos de satisfacción. Pero si reflexionamos y, sobre todo, si miramos hacia fuera, equivale a postergarla en el tiempo. Por este motivo, empleamos más tiempo en perseguirla que en disfrutar de lo que somos y de lo conseguido. Por último esta la teoría mixta, tenemos una predisposición genética que condiciona ciertos rasgos de personalidad y comportamientos que se pueden cambiar y mejorar con voluntad y esfuerzo. Un ejemplo lo constituye el grado en que la situación socioeconómica de cada persona se hereda pero se puede transformar a través del esfuerzo y de la igualdad de oportunidades de las sociedades avanzadas. Si se acepta esta última teoría, que parece la más ajustada a la realidad, se necesita la Salud como recurso para poder vivir, trabajar y disfrutar, aceptando lo que toca en la lotería genética y tratando de cambiar lo posible mediante un estilo de vida saludable en sus componentes físicos, mentales y sociales. Es decir, para conseguir ciertos niveles de felicidad hay que aceptar lo que somos y realizar esfuerzos para cambiar aquello que nos es perjudicial. Sólo así se podrá estar en condiciones de disfrutar de los momentos de felicidad que conlleva el día a día y observar con optimismo el desarrollo de la vida. Probablemente por estos motivos, como refieren diversos estudios, son más felices las personas mayores que los jóvenes.

En consecuencia, lo fundamental para conseguir realizar algunos de los nuevos propósitos sea llevar un comportamiento saludable, tanto físico, mental como social para tratar de evitar los tóxicos y los factores de riesgo medioambientales en base a la Educación y a la utilización del sentido común, que permite distinguir entre lo accesorio y lo fundamental y seleccionar para el día a día aquello que conviene. Así el camino que comienza cada nuevo año, supone una nueva oportunidad para buscar la Salud y conseguir momentos de felicidad.

¡Saludable 2015!

JAMCA