La Asociación de Frontera Tod@vía insiste en la necesidad de recuperar el trazado ferroviario por su potencial como valor económico y cultural para esta comarca
Han pasado 127 años desde que se inauguró en 1887 la línea férrea La Fuente de San Esteban-La Fregeneda- Barca de Alba. Su construcción supuso enormes esfuerzos humanos y económicos, se trataba de una de las mayores infraestructuras europeas del siglo XIX, un camino de hierro que con sus 13 viaductos y 20 túneles se convertiría en una joya de la ingeniería del hierro.
Este 1 de enero se han cumplido 30 años desde que se cerró la línea al tráfico de personas y mercancías debido a la baja rentabilidad económica, como ocurriera en otros muchos trazados ferroviarios del país. También en estos días habrán transcurrido 15 años desde que el Ministerio de Educación y Cultura declaró la totalidad del recorrido de la línea férrea como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
"Así es: 30 x 15", sostienen desde la Asociación de Frontera Tod@vía, "este es el tamaño de la desidia y del abandono, olvido tras olvido, ?continúan?. Desperdiciadas las inversiones, vacías las estaciones, inútiles las vidas perdidas y atrapados en el tiempo los carriles de hierro. No. Esto no es un recuerdo de los tiempos pasados".
A este respecto insisten desde este colectivo: "Ya sabemos que las Administraciones públicas han hecho dejación de funciones, que no han apremiado a la empresa estatal ADIF a cuidar y mantener su Patrimonio, que es de todos; que tanto la responsabilidad individual de altos funcionarios como la exigencia del cumplimiento de la legalidad de instituciones provinciales, autonómicas y nacionales están ausentes, y forman este cuadro de un pasado desolador".
Para Tod@vía, "este Monumento puede dar mucha VI(D)A, con su recuperación como Vía Natural, donde la riqueza patrimonial de la ingeniería ferroviaria se mezcle con la naturaleza de un parque natural, así como su aprovechamiento cultural, turístico, ecológico y lúdico. Pueden transformarse las estaciones en pequeños hoteles y restaurantes, con pequeñas tiendas de oficios y del saber hacer artesanal, y que por los viejos raíles circulen pequeños vehículos de velocidad y peso reducido, que nos lleven desde los bosques huecos de encinas del Campo Charro hasta los paisajes rotos de Las Arribes. Será un espacio para el disfrute y la contemplación de la ciudadanía, con el desarrollo de una pequeña economía local en un desierto demográfico con apenas oportunidades de negocio. Ese es el cuadro por hacer".
Aún se esta a tiempo
Hasta ahora, cada año ha ganado terreno el deterioro de la infraestructura, "pero Tod@vía estamos a tiempo de encontrar soluciones y exigir a ADIF, al Ministerio de Fomento o demás instituciones gubernamentales con capacidad de decisión, un mínimo de compromiso social con los ciudadanos y administrados. Compromiso y soluciones que, en ningún caso, pueden seguir pasando por proyectos, acuerdos y promesas públicas, algunas con importantes consignaciones presupuestarias, que jamás se han materializado. Es tiempo de crear futuro para los pobladores de las comarcas de frontera y reutilizar este patrimonio para generar riqueza".
Asimismo, desde este colectivo se insiste en que "todos tenemos una cuota de responsabilidad, el inmovilismo es incapacidad o pasividad. Planteamientos parciales ya se han llevado a cabo en países como Alemania, Bélgica, Suiza y Francia, sin tratarse de Monumentos como en el caso de nuestra línea férrea, ni discurren por dos ecosistemas, uno de ellos parque natural, ni disponen de unas características climatológicas tan favorables. La negación de las posibilidades que tiene esta línea, la justificación de grandes inversiones o la autocomplacencia ante la falta de competencias institucionales, supone perder una posibilidad de crecimiento que la provincia no debería permitirse y por la que alguien debería responder. El futuro es innovación y creatividad".
Por último, desde la Asociación de Frontera Tod@vía señalan que "seguiremos trabajando y haciendo vi(d)a un año más para intentar la recuperación total, con fines turísticos, comerciales, sociales y culturales, de este fabuloso trayecto. ¿Haces vi(d)a?".