Andar antes que correr

El entrenador debe estar dotado de una gran paciencia y comprensión, debiendo distinguir perfectamente las edades de los niños a los que entrena. La enseñanza del fútbol debe estar adecuada a la evolución natural del niño y nunca debemos exigirles más de lo que pueden dar. Muchas veces nos empeñamos en hacerles aprender cosas sin haberles mostrado otras que se quedan en el camino precisamente por esa falta de paciencia, por esas prisas, por esa ansiedad de querer comenzar la casa por el tejado.-

Hoy en día, y contagiados por los éxitos cosechados por equipos referentes nuestros, es muy habitual pretender que los niños, ya, desde pre-benjamines, jueguen como las grandes figuras mundiales, mucha posesión, mucho pase corto, mucha acción combinada, juego raso, balón pegado al pie y nos olvidamos de enseñarles cosas tan triviales y a la vez tan útiles para la práctica del fútbol, como el manejo de ambas piernas o el golpeo del balón con la cabeza, por ejemplo.-

Cuantas veces, en edades tempranas, enmarañamos la cabeza a los niños con definiciones tácticas, con pizarras, con flechas de todos los colores, con estrategias y sin embargo no les enseñamos como ha de golpearse correctamente el balón para despejarlo como es debido, para realizar un pase corto, para que ver los distintos efectos que puede coger o para sacar un córner con la suficiente fuerza y precisión como para que sea rematado por un compañero, al que seguramente tampoco le habremos enseñado la forma de golpear el balón con la cabeza, la manera en la que ha de saltar, la forma de anticiparse?

De verdad siento decepción cuando llegan a mis manos jugadores en edad cadete o juvenil y veo que muchos son totalmente nulos con la pierna izquierda o que cuando van a golpear el balón con la cabeza, cierran los ojos, no saltan o lo hacen de forma totalmente antinatural y que cuando contactan con el balón, es éste el que les golpea a ellos en vez de ser al revés. Ciertamente es triste que jugadores con cualidades, con fuerza, con rapidez, se vean limitados por cosas como las que he citado anteriormente y se pierdan por la senda del fútbol base al no haber adquirido en las primeras edades un correcto aprendizaje de la técnica del fútbol, motivado, en gran parte, a esa falta de paciencia que todo docente ha de tener con sus alumnos y que les lleva a querer enseñar a CORRER ANTES QUE A ANDAR.-