Otra vez perdemos Cuba

Parece que por fin las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos de Norteamérica pueden llegar a un entendimiento final. ¡Pobre Cuba! Castigada injustamente por el vecino del norte que, en su afán expansionista no la ha dejado respirar. Estados Unidos ha mantenido el bloqueo más largo conocido en la historia contra una población a la que ha subyugado sin compasión, y sin comprender que los bloqueos solo consiguen que se mantengan en el poder las dictaduras que los provocan. En todo caso, tal vez solo haya sido una vulgar venganza, injustificable y extremadamente dolorosa para la población.

Desde que estuve, niña, en La Habana

no se me puede olvidar

tanto Cádiz ante mi ventana, tacita lejana,

aquella mañana pude contemplar...

Estados Unidos plantea una guerra contra España, absolutamente injusta, todas lo son, bajo la teoría Monroe de "América para los americanos", claro que se le olvidó añadir para los americanos del norte, e incluyo aquí a Canadá, que recibirá sustanciosos beneficios de este acuerdo. El Maine, como mas tarde Pearl Harbour, sirvió de casus belli al gobierno estadounidense para declarar la guerra; el primero fue una falacia, del segundo estaremos a lo que digan los historiadores dentro de algunos años. España luchaba entonces contra los cubanos que lo hacían por su independencia y, una vez constatada la pérdida de la guerra con los Estados Unidos, en una acción de una enorme astucia, España concede la independencia a Cuba, con lo que la fuerzas estadounidenses ya no luchaban contra una metrópoli en defensa de colonias americanas, sino que lo hacían con Cuba, un país libre y americano. No podía sustentarse la teoría Monroe en esas condiciones.

Las olas de la Caleta, que es plata quieta,

rompían contra las rocas de aquel paseo

que al bamboleo de aquellas bocas

allí le llaman El Malecón...

En definitiva, aquella guerra trajo como consecuencia la anexión de Puerto Rico, que jamás el ejército estadounidense conquistó, así como las Islas Filipinas, que más tarde lograron su independencia luchando contra el ejército estadounidense, y otras colonias que no vienen al caso. Mediante el tratado de París, Cuba confirma su independencia en 1902, ya lo era de facto desde 1898; como quiera que el bloqueo se produce en 1960, debemos hacer notar al lector que durante los 122 años de su independencia, Cuba lleva sesenta y cuatro años de bloqueo, algo insólito si tenemos en cuenta que se incluyeron en el mismo alimentos y medicinas. ¿Para qué querían liberar a Cuba?, ¿para subyugarla? Cuba nunca quiso ser norteamericana y luchó por su independencia contra los estadounidenses y, parece que estos no le han perdonado el enorme desprecio infringido.

Verán que tengo mi alma en La Habana

no se me puede olvidar,

canto un tango y es una habanera,

la misma manera

tan dulce y galana y el mismo compás.

Amamos Cuba, es tierra de nuestros abuelos, y nos cabe la satisfacción de que España nunca acepto el bloqueo y siguió manteniendo relaciones comerciales con Cuba. Ahora los mercados consideran que su apertura puede ser interesante y beneficiosa, sobre todo para Canadá y Estados Unidos que llevan varios años negociando mientras nuestro servicio de inteligencia demuestra su inoperancia no enterándose de nada. ¿Por qué Raúl Castro no recibió al Sr. Margallo? Seguro que el CNI lo sabe. Una vez más, en un acuerdo que tendría que haber liderado España, permanecemos ajenos al mismo y son otras potencias sin ningún acerbo cultural o histórico en Cuba los que se beneficiarán de tal situación. Lo que no hicieron por la fuerza de las armas, lo conseguirán por la fuerza de los mercados. La colonización del mundo por parte de Estados Unidos es inflexible. ¿Saben qué es el día de difuntos? No tengo duda que saben perfectamente que es halloween.

La primera vez que se perdió Cuba, nuestros gobernantes no le dieron importancia y se fueron a los toros o a ver zarzuelas. Ahora hemos hecho lo mismo pero al son de una habanera.

Y verán que no exagero

si al cantar la habanera repito:

La Habana es Cádiz con más negritos,

Cádiz, La Habana con más salero