Voluntariado y activismo social

El gran dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht dijo. "Hay personas que luchan un día y son buenas. Hay otras que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles."

Los Voluntarios son per

sonas imprescindibles aunque, como ya dije en ocasiones a

nteriores, no es fácil ser voluntario. Y no es fácil, porque supone dar prioridad a principios y valores que hoy parecen no encajan con facilidad en este lugar y este tiempo que nos dicen que vivimos, pero los voluntarios saben ?sabemos - que hay cosas muy importantes en juego y nobleza obliga.

La Ley de Voluntariado define esta actividad como "el conjunto de actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida y reúna los siguientes requisitos: Que tengan carácter altruista y solidario. Que su realización sea libre, sin que tengan su causa en una obligación personal o deber jurídico. Que se lleven a cabo sin contraprestación económica, sin perjuicio del derecho al reembolso de los gastos que el desempeño de la actividad voluntaria ocasione. Que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con arreglo a programas y proyectos concretos".

Pero la acción de los voluntarios y voluntarias de hoy, sobrepasa en gran medida esta definición, tanto en el ámbito de Acción Social como en el de la Cooperación al Desarrollo fuera de nuestras fronteras, pero también en otros ámbitos como la cultura o el medio ambiente, convirtiéndose así en una ilusionante forma de activismo ciudadano, en más honroso de ambos términos, a nivel local, nacional e internacional.

Los voluntarios y voluntarias son, básicamente, personas comprometidas con la sociedad en la que viven, personas que han sido capaces de romper las barreras del conformismo y del inmovilismo, personas que han asumido esa responsabilidad individual, pero también compartida, que todos tenemos con los otros, personas a las que resulta imposible permanecer indiferentes ante la injusticia y las desigualdades y a las que mueve el ferviente deseo de hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

Hoy 5 de diciembre, como cada año, reconocemos públicamente su trabajo, el de millones de personas en todos el mundo, con la certeza de que seguirán estando al lado de los que les necesiten porque así lo han decido y es que su tarea, no es sólo una forma de HACER las cosas es, sobretodo, una forma de SER, una forma de ESTAR en el mundo, una forma de militar y ser activista comprometido con una causa, en definitiva es una forma de VIVIR. No crecemos cuando las cosas son fáciles, lo hacemos cuando afrontamos nuestros desafíos. Y así debe ser.