Becas universitarias de Castilla y León 2014-2015: una convocatoria injusta

El pasado 4 de noviembre el Boletín Oficial de Castilla y León publicó la convocatoria autonómica de becas para estudiantes universitarios del curso académico 2014-2015. Dicha convocatoria debería recoger un acuerdo unánime de las Cortes de Castilla y León de junio del presente año que tenía como objetivos incrementar el presupuesto de la convocatoria general de becas universitarias, con la coletilla añadida por el PP de "si las circunstancias económicas lo permitían"; no aplicar en Castilla y León el endurecimiento de requisitos impuesto por los el Gobierno de España para los estudiantes de segundo curso y posteriores; y complementar la cuantía de las becas estatales de los estudiantes de familias con menos recursos. Además se establecía en el acuerdo una cuestión instrumental, consistente en resolver las becas en el primer trimestre del año 2015, cuando en los cursos anteriores se resolvían en el mes de junio, e incluso en julio, con el curso ya finalizado.

Sin embargo, aunque el presupuesto de la Junta de Castilla y León para 2015 recoge un aumento de un millón de euros para becas universitarias, no hay ni un céntimo más para la convocatoria general.

Además, en una inefable subversión de prioridades, la administración autonómica ha decidido convertir en el principal objetivo de la convocatoria su pronta resolución, sin importarle que los criterios para adjudicar una beca sean justos para estudiantes de segundo curso y posteriores. Así, en lo que parecía una ocurrencia cuando me lo trasladaron desde la Dirección General de Universidades y se ha convertido en realidad, las bases de la convocatoria no establecen ningún rendimiento académico del curso pasado al tenerse en cuenta las notas del curso 2012-2013. Es decir, un estudiante que aprobase casi todas las asignaturas el curso pasado, si el anterior consiguió peores notas o no estuvo matriculado, no tendrá derecho a beca; mientras un estudiante que suspendiese todas las asignaturas en el curso 2013-2014 puede tener beca de 1500 euros pagada con el presupuesto autonómico, si el año anterior le fue mejor. Como ejemplo ningún estudiante de segundo curso universitario puede obtener un beca autonómica de residencia. Este hecho hace la convocatoria absolutamente injusta, y más con el agravante de haber excluido a los estudiantes de nuevo ingreso de familias con escasos recursos del complemento de renta.

Las becas no son un premio por buenas notas, deben darse a estudiantes con capacidad para aprovechar su estancia en la Universidad en función de la renta de sus familias, pero no pueden darse nunca al margen del rendimiento académico del curso anterior. El dinero público es sagrado, debe utilizarse adecuadamente y quienes tenemos responsabilidades institucionales debemos vigilar su uso correcto. Por ello, esta convocatoria de becas tiene mi total oposición y trabajaré para intentar modificarla y hacerla más justa.