Una taberna con magia: la taberna de Trechuro

Pues sí, realmente queda confirmado que la poesía no da miedo. No da miedo a quienes no han perdido la capacidad de soñar y de creer que el mundo puede ser un poco mejor y diferente. Que cada día se construye desde la magia y la belleza, desde la amistad, el desinterés, el cariño y los ratos en que se trata de compartir música, poesía, escultura, pintura, sonrisa, abrazos?

He tenido la suerte de visitar, gracias a Fernando Maés que me invitó, un pequeño paraíso cerca de Astorga, en el singular pueblo de Castrillo de Polvazares: La Taberna de Trechuro. Una taberna llena de simbología, de arte, de música, pero sobre todo, un lugar en el que muchos amigos se reúnen cada fin de semana para compartir experiencias: arte, música, escultura, poesía,? y disfrutar de ese tiempo aislados del mundanal ruido en el que lo único que importa es la belleza. Álvaro Trechuro abre su casa y su sonrisa a quienes por allí van llegando y sin ningún tipo de preámbulo cada uno regala lo que tiene: voz, música, palabras, ? Y en medio de múltiples expresiones de creatividad, un poeta o un cantautor invitados a dar su recital. Y el fin de semana del 14 nos tocó a Maés y a mí y pude comprobar que "LA POESÍA NO DA MIEDO" y que todos los presentes escucharon con muchísima atención y respeto lo que yo iba diciendo y leyendo y después de esto siguieron preguntando, comentando, hablando conmigo sobre mis poemas, su afición a escribir,? Al final, unos, otros, los de más allá, se subieron al escenario y compartieron instrumentos y micrófonos para cantar hasta altas horas: Un placer haber estado allí. Un placer haber visto compartir palabras y canciones, haber formado, por unos días, parte de la vida de ese lugar que tienen magia colgada en sus paredes y en los ojos de su dueño: Álvaro Trechuro.Gracias a todos los que os acercasteis a la Taberna de Trechuro ese fin de semana y todos los fines de semana y gracias por haberme dejado entrar en vuestras vidas una noche.

Ah, y gracias por la magnífica casa rural que nos cedisteis y en la que dormimos como angelitos: UN MUNDO PARA REGRESAR.