La naturaleza es hoy más sabia que nunca

Si ya decía esto Lope, allá por el siglo XVII, qué no diría hoy. Hoy da la sensación, al menos a mí me la da, que todo el mundo sabe de todo, todo el mundo escribe, pinta, hace política (o algo así), opina, bueno, asevera con rotundidad, sabe lo que hay qué hacer y lo que no? Además, no en una materia concreta, en la que podríamos conceder que esa persona es entendida, no, aquí todo el mundo sabe de todo, y lo que es más milagroso, sin haberlo estudiado previamente. A la mayoría les basta haber leído los titulares de un periódico o escuchar el comentario de un locutor, para que empiece a formarse su propio mundo en torno a tema. Ya es un experto, ya opina, dictamina, concede o niega con una rotundidad que a quien no le conozca, le deja pasmado, incluso puede caer en la tentación de creerle.

Por eso creo, que hoy sí, hoy podemos afirmar que la naturaleza es más sabia que nunca, y que de la nada, crea sabios por doquier.

Hoy, cualquiera es poeta, novelista, político, pintor, filósofo? Hoy, cualquiera crea obra lo suficientemente interesante como para ser publicada. Es más, hay quien ha escrito una novela, sin haber leído antes otra. Si no encuentra una editorial, la crea, y si no, a lo digital. Bombardea a amigos, conocidos, familiares, se mete en otras redes, envía a unos y a otros... Un "me gusta" por aquí, otro por allá, este se lo pasa al otro y el otro a otro? y ya está, ¡ya es escritor! ¿No es una maravilla?

Lo mismo pasa si ha decido ser político. Intenta meterse en un partido, si no encaja, se va a otro, o al otro, que lo mismo da, y si no le encajan en ninguno, pues va y se crea su propio partido. Lo primero que tiene que hacer es poner verdes a todos (motivos y argumentos no le van a faltar). Luego a prometer que todo cambiará cuando le elijan. Tampoco es problema prometer en falso, el pueblo no se lo tendrá en cuenta, ya está acostumbrado. Y en un par de años, ya es político, ya puede empezar a relajarse y a vivir. De vez en cuando un mitin, unas declaraciones aliñadas con descalificaciones y algún insulto acompañado de alguna acusación? y a la poltrona de nuevo, a esperar a que pasen los cuatro años de rigor y vuelta empezar.

Lo mismo, o parecido, podría decirse de quien quiera ser pintor. Si no acierta a pintar una manzana, de tal manera que todos vean allí una manzana, no hay problema. Pega unos brochazos con el "arte" que le inspire el día según se levanta, le titula "improvisación 343" y ya está. Si no quiere estrujarse las meninges para buscar título, tampoco hay problema, pone, "sin título" y a otra cosa.

¿Y los ingenieros? ¿Qué me dice de los ingenieros? Nunca a lo largo de la historia ha habido tantos por metro cuadrado. Acérquense a cualquier obra, no a una obra pequeña, no, esas no merecen la pena, una obra de cierta envergadura, la construcción de un aparcamiento, por ejemplo. Observen la multitud de "ingenieros" que se agolpan a su alrededor. Todos y cada uno de ellos sabe perfectamente qué es lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo. Todos menos el ingeniero encargado de la obra.

Y lo más maravilloso, sin que ninguno haya acudido a ninguna universidad, ni haya estudiado en ninguna escuela técnica, ni nada de nada, les basta y les sobra con saber leer y escribir, y algo de números, es decir las cuatro reglas.

He oído decir, que algunos vecinos del barrio Garrido han protestado porque alrededor de las obras del aparcamiento que están construyendo, han colocado una valla demasiado alta. Protestan y exigen que se ponga una valla lo suficientemente baja como para que los "ingenieros" puedan ver el proceso de la obra. Yo añadiría que se instalaran unas sillas en lugar preminente, e incluso cobrar a los que quieran sentarse en ellas para ver la obra. Claro está, con derecho a opinar.

¿Se imaginan ustedes la cantidad de dinero que el estado se podría ahorrar en universidades, escuelas, becas? si aprovechara las genialidades de estos "ingenieros"? Porque estos "ingenieros" no es que opinen, es que afirman, demuestran con discursos llenos de coherencia y sabiduría sus afirmaciones y pobre de aquel que ose llevarles la contraria, porque lo menos que se puede llevar es un "¿a mí me lo va a decir usted?"

¿No me digan que para que existan tantos genios, no es preciso que la naturaleza se haya hecho más sabia que nunca?

Dada la abundancia de artistas y sabios que andan por este nuestro mundo, es imposible (al menos para mí) saber quiénes lo son y quiénes no. Debido a la dificultad de diferenciar a los verdaderos de los falsos, es por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de opinar. Si decimos lo que sentimos y no coincide con la versión oficial, es más que posible que nos tomen por un ignorante, con la agravante de que quien así te tacha, tampoco entiende nada, pero ha tenido la astucia de callárselo.

No sé cuántos Lope, Cervantes, Quevedo, Velázquez, Goya? habrá hoy día tratando de abrirse camino entre tanta maraña, pero me temo que lo van a tener muy difícil y que corren un serio peligro de perderse entre tanta escoria. Tampoco estoy muy seguro de que la obra de los verdaderos Lope, Cervantes?. hubiera llegado hasta nosotros, de la forma que ha llegado y con la valoración que hacemos de ella, si hubiera existido, en su tiempo, los medios que hoy tenemos.

No es que piense que la abundancia sea mala, no, todo lo contrario, opino que es bueno que haya tanto donde elegir. Lo que digo, es que es un laberinto que nos supera y del que es imposible encontrar la salida, y que es muy probable que terminemos cayendo en las fauces del Minotauro de las dudas y el hastío.

Bueno, con decirles que hasta yo escribo.