Salud pública & salud colectiva

Aquello que hacemos colectivamente como Sociedad para asegurar las condiciones de Vida que permita a la población gozar de Salud se denomina Salud Pública (SP). Se trata de una disciplina científica escasamente conocida y sólo cuando periódicamente ocurren eventos de alto impacto y, sobre todo, cuando no se aplican los fundamentos científicos de la misma de manera efectiva. La SP supone un esfuerzo de la Sociedad para prevenir, curar y rehabilitar las enfermedades y promocionar la Salud mediante la organización de los recursos sanitarios y sociales del Sistema Nacional de la Salud y de la Atención Sociosanitaria. Por tanto, la SP pone el énfasis en la Salud colectiva frente a la individual.

Para todo esto se consiga sólo hay que esperar y desear que las Administraciones Sanitarias y quienes gestionan sus decisiones apuesten por la SP y pongan los recursos necesarios para que los profesionales sanitarios que intervienen en el sistema sanitario y social puedan cumplir estos objetivos y previsiones con efectividad, eficiencia, Calidad y Seguridad. En la España actual es imprescindible poner el énfasis en la cooperación y colaboración entre las Comunidades Autónomas y el Estado. Es decir, actuar con sentido global frente al localismo y populismo dominante. El camino no es quitar infraestructuras y recursos sino cooperar, colaborar y desarrollar los que se necesitan sin duplicidades autonómicas. Esta epidemia por ébolavirus puede ayudar a subsanar parte de la fragmentación y descoordinación que existe en las políticas de Salud y Bienestar (Dependencia y/o Discapacidad) de nuestro país, dado que así se ahorra en lo accesorio, posibles 17 centros de referencia autonómicos, frente a lo fundamental Hospitales de Referencia Nacionales que atiendan a los españoles de cualquier parte de nuestra geografía.

Así mismo ha quedado en evidencia y, ya llevamos bastantes experiencias negativas, que la Vigilancia de la Salud Pública debe potenciarse a través de la mejora de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, mejorando y ampliando su sistema de información para establecer indicadores de Equidad, Cohesión, Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente, Educación Sanitaria, Medioambiente y Salud. Todo esto permitirá valorar las situación sanitaria y social y ayudará a tomar decisiones de Salud Pública y salir de la crisis de Sociedad que padecemos y que está determinada por la falta de valores y por la hoja de ruta del populismo, principal argumento en la toma de decisiones de la mayoría de las Administraciones.

Se necesita poner en marcha la ley General de Salud Pública de 2011 y no entretenerse en cambiar aquello que viene funcionando y que ha costado décadas conseguir como la formación de los médicos especialistas. Ahora, todos los días, se dice aquello que es cierto, la buena formación de los profesionales sanitarios. Y entonces, cabe preguntarse, por qué se quiere cambiar su formación a través de la troncalidad.

Algo que si se necesita es desarrollar Organismos Técnicos Nacionales de Referencia en Salud Pública para que controlen y vigilen la Salud de los españoles y para que evalúen el progreso del Sistema Sanitario y Social en Calidad Asistencial y en Seguridad, actuando de manera independiente, es decir, sin conflicto de intereses. Por tanto, que el único y fundamental objetivo de estos organismos sea la Salud Pública y, en consecuencia, la Sociedad.

Se puede comprender que puedan existir dificultades desde el punto de vista ideológico y otros, como la excesiva e insoportable incompetencia en la gestión sanitaria; pero no alcanzar consensos y acuerdos que necesita el actual Sistema Sanitario y Social supone un alto riesgo para la existencia de un Sistema Sanitario y Social único y de Calidad que asegure altos niveles de Salud individual desde la equidad y la accesibilidad universal.

La búsqueda de la Salud en general y de la Salud Pública global debe ser una tarea solidaria y de compromiso que no reconoce fronteras ni regionales ni nacionales aspecto en sintonía con un mundo globalizado como el actual. Si empezamos a tener amplitud de miras y generosidad en los planteamientos se puede mejorar nuestra Salud Pública y nuestro Bienestar. Así por este camino, se estará en condiciones de progresar, innovar y mejorar la Salud individual y colectiva que constituye un recurso para la Vida y que se necesita para vivir, convivir y avanzar como Sociedad.