Ébola II

Asistimos en estos días, con evidente perplejidad y alguna preocupación, a la epidemia vírica por ébolavirus que acontece en España, en concreto en Madrid, y que ha surgido por la falta de previsión, vigilancia y seguimiento de los profesionales que entraron en contacto con el segundo caso. Muchas son las preguntas a las que se debe dar respuesta, aunque ahora lo adecuado y lo pertinente es confiar en el buen funcionamiento del sistema sanitario español dado que sus profesionales tienen una buena formación y un buen sentido de la responsabilidad porque son conscientes de los que nos jugamos, la Salud y secundariamente el buen hacer de décadas del Sistema Nacional de la Salud. Ahora, lo que toca es mantener la tranquilidad, la sensatez y esperar que la competencia de los buenos profesionales que existen se haga presente por el bien de nuestra Salud Pública. Ya tendremos tiempo de reflexionar, valorar y exigir, que se hará?

Como en todas las enfermedades infecciosas lo importante es cortar la cadena de trasmisión del virus evitando nuevos contactos y, por tanto, casos secundarios al caso índice (primer caso) que aumenten su evolución, su transcendencia e impacto en la población. En este aspecto juega un papel de capital importancia la comprensión del problema mediante la Educación Sanitaria de la población. Lo principal y básico que hay que saber es que se trata de un cuadro clínico vírico que se transmite por contacto directo y que cursa con fiebre y sintomatología general. Por tanto, la mejor medida es estar tranquilos y no ir si no es estrictamente necesario allí donde puede haber casos, en los servicios de urgencia hospitalarios.

¿Qué se puede hacer para ayudar y jugar un papel responsable y sensato ante la situación creada? Lo primero y fundamental, mantener la calma dado que lo más corriente siempre es lo más frecuente, y en nuestro contexto epidemiológico actual, un cuadro clínico con fiebre, dolores musculares intensos, localizados especialmente en extremidades y espalda y con afectación general es muy muy probable que sea Gripe u otro proceso vírico, dado que con los primeros fríos y la bajada de las temperaturas aparecerán los primeros casos de la gripe estacional. Lo primero es vacunarse para evitarla; pero si no es así su tratamiento básico es con paracetamol y se mantiene uno en casa y al toser o estornudar se tapa uno con la mano y luego se la lava. Así evitamos el contagio de nuestros familiares y compañeros. También, para evitar la transmisión aérea hay que ventilar las habitaciones y los locales de trabajo.

¿Cuándo se debe ir al Centro de Salud? Cuando sea estrictamente necesario y después de comprobar que uno tiene fiebre -valorada con el termómetro- y el padecimiento y la clínica no mejora después de haber realizado reposo, una buena hidratación y comidas añadir al que la utilización de analgésicos y antipiréticos tipo paracetamol o ibuprofeno. No se debe tomar ácido acetil salicílico (aspirina) por el riego de complicaciones hemorrágicas en los adultos y una mayor predisposición a un síndrome hepático agudo con encefalopatía en los niños, que aunque infrecuente es grave.

Hay que pensar que por mucho que ahora los medios de comunicación exploten lo ocurrido en la capital, los contagios están allí y la transmisión es por contacto directo. Por tanto, lo único que se contagia vía virtual y a través de la verborrea intrascendente es la preocupación y la exageración; pero también la ansiedad y la irresponsabilidad.

Ahora toca ser sensatos, esa sensatez que por los visto en estas décadas se pierde al entrar en el aparato de los partidos y hace que sus componentes acepten cargos públicos para los que no son competentes ni están ni mínimamente preparados (efecto adverso secundario).

Después de la tempestad llega la calma y, desde la serenidad y el sosiego, en el horizonte se ve la luz y la Salud? disfrútenla mientras puedan.