Médicos Sin Fronteras en Salamanca

Durante las próximas semanas Médicos Sin Fronteras va a desarrollar la iniciativa "Salamanca sin fronteras", con la que intenta dar a conocer tanto la actividad propia de la ONG como la situación desesperada en la que se encuentran millones de personas en todo el mundo, carentes de todo recurso, y cuya única posibilidad de supervivencia se encuentra en una distribución más justa de la riqueza que es acaparada por el "primer mundo".

La fórmula consiste en concentrar numerosas actividades en unos cuantos días, entre las que destacan los debates y coloquios con prestigiosos profesionales relacionados con la ayuda internacional, así como una interesantísima exposición que estará expuesta en la Casa de las Conchas, y en la que se plasmará la terrible situación de ocho zonas concretas del mundo, con artículos de prestigiosos intelectuales que narran en primera persona sus vivencias en estos lugares olvidados.

Bienvenida sea la iniciativa. Necesitamos ser zarandeados para salir del sopor en el que placidamente dejamos pasar el tiempo; tenemos que abrir los ojos para que nos hieran las injusticias y podamos comprender que todos los seres humanos somos iguales en dignidad y merecemos la oportunidad de tener una vida que merezca tal nombre; debemos sumergirnos en el dolor ajeno para poder ser solidarios.

Y si además esta iniciativa viene de la mano de una de las más prestigiosas y serias organizaciones no gubernamentales del mundo mejor que mejor. Médicos sin Fronteras, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1999, está siempre en los lugares más duros atendiendo a las víctimas de conflictos y en la actualidad cuenta con cerca de 32.000 profesionales sobre el terreno y más de cuatro millones de socios, por lo que es un honor que elija Salamanca para desarrollar su campaña.

Por cierto, entre los muchos lugares en que podemos encontrar a los profesionales y voluntarios de Médicos sin Fronteras se encuentran las zonas de África azotadas por el Ébola; durante mucho tiempo esta organización y otras muchas han estado trabajando con pocos recursos y ante la indiferencia general del mundo desarrollado y la falta de apoyo de los gobiernos (especialmente el español, que no ha destinado absolutamente nada para ayudar a combatir esta epidemia, lo que contrasta con los 300 médicos y sanitarios cubanos que también están sobre el terreno). Todos hemos visto con toda naturalidad como cientos de miles de africanos morían por culpa del Ébola (y cuando no es el Ébola es el sida, o el hambre, o la violencia desatada), parece que pensemos que son menos humanos que nosotros, que no sufren igual; sin embargo hoy, cuando conocemos la noticia de que una profesional sanitaria se ha contagiado en España, se desata la histeria, se habla de crisis sanitaria, se exigen medidas de todo tipo y en esta otrora solidaria Europa no se habla de otra cosa. Qué pena, penita, pena.