Cataluña y Escocia. Dos realidades políticas muy diferentes (III)

El desarrollo económico de Cataluña, así como la expansión de la lengua y cultura catalana ha sido posible gracias al Estado Autonómico construido por la Constitución española de 1978, la misma constitución que los independentistas ahora desprecian e ignoran.

Los argumentos utilizados para defender el proceso de secesión de Cataluña respecto a España son de varios tipos, el primero y más importante, el económico, los catalanes pagan más impuestos y reciben menos que otras comunidades autónomas, es el eterno victimismo nacionalista basado en "Madrid nos roba".

En cualquier sistema político europeo y también en España los ciudadanos pagan los mismos impuestos, vivan en Cataluña o vivan en Extremadura, no existe discriminación fiscal. Otra cosa es que la riqueza es mayor en Cataluña y por consiguiente muchos catalanes pagan más impuestos que Andalucía, una tierra más pobre, aunque los independentistas siempre olvidan que las dos Comunidades Autónomas que más pagan son Madrid y Baleares.

Segundo argumento bien subjetivo, el maltrato de Cataluña y la lengua catalana por los demás españoles. Cualquiera que visite Cataluña o estudie en sus universidades comprobará que ese supuesto maltrato no es cierto, empezando porque en la enseñanza se da un monolingüismo, solo se estudia en catalán. La inmersión lingüística de estos últimos 30 años ha homogeneizado la población catalana en torno a unos símbolos únicos, integrando a la emigración sobre la base de la aceptación obligada de la cultura e historia de Cataluña, en detrimento de la historia y cultura española.

Tercer argumento, como nación con historia, lengua y cultura propia tenemos derecho a convertirnos en un Estado independiente de España ya que somos un pueblo soberano. La manipulación de la historia ejercida por el nacionalismo catalán ha tenido momentos ridículos como el reciente Congreso subvencionado sobre España contra Cataluña, 300 años de opresión. La historia de España no se puede manipular, en este sentido, Cataluña nunca fue un Estado Independiente, primero formó parte del reino de Aragón y más tarde de España. La historia de Cataluña de los últimos 300 años es inseparable de la historia de España, de sus problemas y de sus logros. Por otra parte, que una comunidad tenga lengua propia no es argumento para reivindicar un Estado propio. En Europa existen muchas comunidades con lengua propia y no son estados independientes.

Cuarto argumento, el derecho a decidir es básico en cualquier democracia y está reconocido por la Carta de la ONU. Efectivamente en democracia los ciudadanos deciden cada vez que hay unas elecciones y eso lo tienen reconocido también los catalanes. Sin embargo, el derecho a decidir que ya existe, no se puede confundir con el derecho de secesión o separación del Estado, lo que se denomina autodeterminación. Ningún estado democrático permite en su constitución el derecho de secesión y la Constitución española, votada también por los catalanes, tampoco. Para que una comunidad se separe del resto es imprescindible reformar la Constitución y consultar a todos los españoles porque la soberanía esta en todos ellos, no en una parte. En consecuencia, la secesión unilateral de Cataluña ni es democrática, ni es legal, ni existen argumentos objetivos suficientes para ello.