La Comunidad de Madrid retrasa un día, por motivos religiosos, la fecha de examen de oposiciones a ...

La Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha decidido convocar a tres enfermeras al examen de oposición para el día siguiente de la fecha oficial.

¿Razones? Motivos religiosos, cumpliendo un acuerdo estatal con la Federación de Entidades religiosas Evangélicas de España en el cual, entre otras cosas, confiere la posibilidad de cambiar la fecha de exámenes de oposiciones, si así lo solicitan, si estos coinciden entre la puesta del sol del viernes y la puesta del sábado.

Cambio de fecha de toda una oposición por motivos religiosos. No, no estamos en la edad media cuyas asignaturas principales eran teología, filosofía y astronomía, y la iglesia era determinante no solo en la vida personal sino también en la vida social y ciudadana. Cuando parecía que ya la religión era una cuestión de fe y creencias absolutamente personales, cuando los estados modernos se han hecho laicos, cuando, como mucho, son las procesiones de semana santa y de las fiestas patronales las que ocupan la calle con el consentimiento de la mayoría ciudadana y se oyen las campanas de la iglesia por todo el pueblo si así la fiesta lo requiere, hasta ahí bien, pero que se cambien la fecha de una convocatoria de oposiciones por que no se lo permite su religión, no es tolerancia es resignación desmedida, surrealista y esperpéntica y puede incluso traer consecuencias desagradables. Porque quién garantiza que el nivel de las preguntas de ambos exámenes es el mismo. Hoy día, la tensión que se vive en una oposición más que intensa es brutal, sobre todo cuando apenas se convocan y son miles los opositores para muy pocas plazas. Un ejemplo que se vive en Salamanca donde se han presentado 5000 para 26 plazas convocadas por la Universidad, 192 por plaza.

No quiero ni pensar si alguna de las tres consigue plaza, que sería legal porque lo permite un acuerdo estatal, pero seguro que se mirarían las preguntas con lupa y por menos motivos se han paralizado durante años algunas oposiciones.

Me imagino que al ser una profesión (enfermería) en la que se trabaja por turnos, también habría que respetar, por motivos religiosos, el descanso de estas enfermeras, toque o no toque, entre las puestas de sol del viernes y del sábado. Y todo esto en nombre de Dios.

José González Sánchez