CIUDAD RODRIGO | Los Quintos se animaron a bailar a su paso por la Plaza Mayor, despertando la curiosidad entre los forasteros
Los actos comenzaron como todos los años en la Capilla de la Residencia de San José, donde el sacerdote Manuel Peláez, perteneciente a la Quinta, ofició una eucaristía. Durante la misma, expresó en voz alta el principal deseo de todos los presentes: poder volver a reunirse el próximo año.
La misa contó con la animación musical de un tamborilero, que también se encargó de liderar la comitiva de participantes en la jornada en su recorrido por las calles de Miróbriga. En un primer momento, llegaron hasta la Plaza Mayor, animándose algunas personas a bailar en los soportales de la Casa Consistorial.
Después de unos minutos, empezaron a bajar por la Plaza, despertando la curiosidad ?especialmente por la música de la gaita y el tamboril- de los turistas que había en ese momento en el ágora mirobrigense.
Los quintos pusieron rumbo al Hogar Social de Caja Duero, donde disfrutaron de un vino español antes de trasladarse al Hotel Conde Rodrigo II para disfrutar de una comida a la que está siguiendo una entretenida tarde de baile.