Galladía

Gallardía: dícese de quién actúa con valor y esfuerzo.

Alberto Ruiz-Gallardón, ex alcalde de Madrid, ex presidente de la Comunidad de Madrid y ahora ex ministro de Justicia, puede presumir de que su apellido le va como anillo al dedo. Esfuerzo, sinceridad y valentía son valores que un político tiene que tener y este señor los ha demostrado con creces.

No era yo de los que estaba de acuerdo con el anteproyecto de ley del aborto ni en sus supuestos, ni en lo que suponía para la libertad de las mujeres, pero eso es igual; no estoy escribiendo ni opinando de un anteproyecto de ley, estoy opinando de una persona y me quito el sombrero delante de un político coherente.

El otro día en una entrevista que Risto Mejide hacía a Joaquín Sabina, este decía: "Gallardón murió. El que me parecía un lujo para la derecha cavernaria española, murió. A este no le conozco. Tengo muchas ganas de encontrármelo para preguntarle qué le ha pasado. Era un tipo con el que se podía hablar. Se podía uno tomar unas cañas, hacer chistes siniestros y él lo entendía todo"..

Si me lo permite el señor Sabina le diré que no le había pasado nada, que podía y podrá seguir tomándose unas cañas con usted y con mucha gente más, pues, Gallardón tiene la capacidad de poder tratar con todo el mundo, de cualquier ideología y condición, con amabilidad, simpatía y educación, pero tiene también el pundonor y la casta para entender cuando un político, no por sus fechorías, sino por sentimiento de creer no haber sabido llevar adelante su trabajo, toma la decisión de dimitir. No estamos acostumbrados a ello y por eso nos choca tanto.

Ante una falta de consenso en un asunto tan sensible como era el anteproyecto de la ley del aborto, creo que es mejor no sacarlo adelante. Con esto quiero decir que la actuación de Mariano Rajoy al retirarlo no me parece incorrecta. Lamentablemente con otro ministro no habría pasado nada al retirar el anteproyecto, se habría escudado todo en esa falta de consenso y a otra cosa mariposa. Pero, lamentablemente también, con Alberto Ruiz-Gallardón la culpa de no haber podido sacar adelante este anteproyecto, se la ha achacado él, y su elegancia y gallardía son las de todo un caballero.

Se va con los deberes hechos, con los recursos contra la ley de consulta catalana preparada, para cuando el sr. Mas tenga a bien publicar en el diario oficial de Cataluña, tal vez mañana, aprovechando el viaje de Rajoy a china, en un gesto de raterillo de tres al cuarto.

Siento enormemente y creo que debemos sentirlo todos que se marche un político con todas sus letras, con letras mayúsculas, independientemente de que compartamos o no sus ideas. No sólo deja su puesto al frente del ministerio y de su partido, deja la política, en un momento en que tan necesitados estamos de políticos honestos, valientes y preparados, independientemente de cual sea su ideología como ya he dicho antes.

Creo que son más importantes las personas que las ideas, los políticos que los partidos, la coherencia de un hombre que los corsés de un gobierno.