Crisis, what crisis?

Cuando nos enfrentamos ante el 11 S y, mucho más, al 9 N, debemos de contestar varias preguntas con las que comprender los motivos generadores del problema: ¿por qué?, ¿cómo? y ¿Cuándo?

La existencia en España de varias lenguas vernáculas y culturas autóctonas diferenciadas en una unidad política y cultural común, se hizo ver como un problema, al enfrentarse a la estructura constitucional, agravabado con un terrorismo, de imagen nacionalista, que impedía el sosiego, la calma y la frialdad precisa para abordar el mismo. En ese apartado, la derecha acomplejada, una izquierda revanchista, pero miedosa, y una burguesía del extrarradio, trincona y egoísta, que había sido beneficiada por el dictador y aprovechaba la ocasión de debilidad política de la transición, acomodan un sistema federal que, por miedo y por miopía, se construye como autonómico. La diferencia es más semántica que técnica, si bien ello crea más problemas al no estructurar un senado como cámara territorial, ni una ley electoral que ponderase, en tal sentido, el poder de las diferentes comunidades en la unidad nacional

Las élites nacionalistas, que no los pueblos, han utilizado, en beneficio propio, el juego político nacional y obtenido mayores cotas de poder que ningún Estado Federal concede a sus miembros, lo que va unido a una falta de consistencia política nacional en la que falta una línea clara de actuación común, un destino del barco llamado España que, con independencia del timonel, se encuentre pacífica, sólida y claramente planteado. Con una izquierda que manipula la realidad para obtener el poder, una derecha que busca esconder la verdad con el mismo fin que la izquierda, ponen de manifiesto la basura política que nos dirige, funciona el sectarismo, la angustia ciudadana, se regeneran las dos Españas,? la crisis política está servida.

Entramos, como todos, en una crisis económica que pone de manifiesto la inconsistencia moral de los dirigentes, la falta de preparación que las élites políticas tienen, la incapacidad de liderar la situación y la falta de pedagogía que permita entender la situación a las masas, en lugar de engañarnos y mentirnos, hace que surjan los antisistemas, los nacionalismos periféricos.

En este panorama, el PP llega al poder con un planteamiento de regeneración económica que nos permita salir de la crisis con bajadas impositivas: Nos suben los impuestos. Se llevan a cabo políticas de hachazo sin sentido, sin explicación, sin criterio y las llaman políticas de austeridad, con las que todos hubiéramos estado de acuerdo. Dicen que salimos de la crisis, que ellos nunca tuvieron, de la que no vemos su salida y de la que pudimos haberlo hecho mucho antes, y con menos sacrificio, si ellos también la hubieran padecido, como buenos líderes. Con un replanteamiento de la administración para evitar duplicidades: No han hecho nada tras 3 años en el poder y las triplicidades se mantienen. Regenerar la clase política: Todos mantienen sus sueldos y prebendas, incluso los alcaldes capitalinos superan los 60.000 euros al año, mientras sus ciudadanos no llegan a fin de mes

Con esas faltas de visión política, con los egoísmos propios del ratón frente al león, la inexistencia de un proyecto de futuro común, con políticos pacatos e inconsistentes que no le dicen la verdad a sus conciudadanos, nos enfrentamos ante unos nacionalistas que juegan con los sentimientos, previamente manipulados, que no han tenido freno alguno y que no tienen en frente más que paniaguados que hablan de federalismos que ya tenemos, en operaciones cosméticas que dilatan el problema, o quienes se limitan a negar el problema manteniendo abierta la ventana. Así, tenemos el por qué, el cómo y, está claro, el cuándo, pero no vemos la solución.

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