Entre agua, llovió toreo

Llovió en la Glorieta tras desplomarse unas nubes que venían amenazando desde primeras horas de la tarde, y no se resistieron provocando el desluce en una tarde de toros en la que las ilusiones eran máximas. Pablo Hermoso de Mendoza se llevó el único trofeo de la tarde tras su faena realizada al cuarto. Recibió con Disparate con quién firmó un buen tercio de banderillas y gustó con un toreo de ritmo y clase al que acompañaba al son el de Carmen Lorenzo que supo acoplarse al galope, aunque fue con Pirata cuando el rejoneador conquistó a los tendidos con un par a dos manos y las banderillas cortas. Rejonazo y una oreja. En su primero el rejoneador no pudo brillar ante un ejemplar de Carmen Lorenzo que no remataba las embestidas, fue manso, aunque con cierto ritmo. Pinchó y fue silenciado, mientras la lluvia no paraba de caer, y era el turno de Morante de la Puebla, casi nada.

Los tendidos, multicolores ya ante la diversidad de paraguas, chubasqueros y demás enseres, y un mandarina y oro brillando en el ruedo empañado a momentos por el temporal. Recibió el sevillano a 'Divertido' con temple, por abajo y sentenció unas verónicas de empaque y clase. El toro metía la cara y humillaba, pero en varas acabó su lucimiento sin dar opción a la embestida en la poderosa muleta de Morante, que lo intentó pero se caía el animal. Estocada y silencio.

El Morante hoy de Salamanca era el del querer, venía entregado y dejó todo también en su segundo, donde no sólo llovió agua, llovió un toreo de clase y gusto contra un Vellosino carente de emoción y rajándose siempre. Se impuso el torero de Sevilla con una faena de mucha inteligencia torera. Le faltaba raza a 'Alcarabán', pero a Morante raza le sobra, y arrancó de lo imposible muletazos largos al natural, a ralentí por el pitón izquierdo y ahí fue cuando se vio el Morante que encandila, pero sin trasmisión por el escaso trapío del animal. El público conquistado pero la demora con los aceros propiciaron dos avisos y todo el gozo?

Sin lucimiento también José María Manzanares este martes en la Glorieta, aunque el alicantino con voluntad se impuso al viento y a la lluvia aprovechando al justas condiciones de 'Tartano', desclasado desde los inicios. Le cambió Manzanares los terrenos y alargando mucho la embestida y tirando de oficio consiguió tandas de verdadero interés que quedaron en nada con unos tendidos bajo aguacero que era difícil despertar, aunque sí hubo petición de oreja. En su segundo, Manzanares no supo entenderse con la afición charra, o los tendidos no quisieron entenderlo a él, que fue pitado en su trasteo. Este último fue noble, de mayor calidad aunque justo de fuerzas. Obedeció en todo momento los toques de la muleta de Manzaneras que firmó una faena de apuesta por la estética y con mucho gusto que no llegó a los tendidos mojados de la Glorieta, una plaza que hoy cerraba el ciclo de corridas a pie con agridulce sabor ante la falta de triunfo en un cartel de mucha expectacion, olía a cante grande, pero no pudo ser.