VILAVIEJA DE YELTES | Una decena de caballistas ayudados por cuatro mansos condujeron sin incidencias los novillos hasta el centenario coso
Vibrante y multitudinario, lleno de plasticidad y?, supersónico. Así discurrió el encierro celebrado este sábado en Villavieja de Yeltes con motivo de sus fiestas en honor a la Virgen de Caballeros, un evento en el que los caballistas demostraron su destreza para guiar hasta la plaza la manada con cuatro erales de Andrés Celestino García y cuatro mansos.
Varios miles de personas se congregaron en esta última jornada de las fiestas para ver el segundo encierro, a diferencia del jueves pasado, con caballos, lo que imprimió mucha mayor plasticidad al festejo, especialmente en el recorrido aún en el campo, donde la manada arrancó la carrera agrupada bajo la guía de uno de los caballistas después de un primer tramo en el que la manada se condujo al paso.
Unos minutos incluso antes de la hora prevista, la manada se podía divisar desde las primeras edificaciones en la zona de La Viña, a partir de ahí la decena de caballistas imprimía una mayor velocidad a la manada para evitar dejar pensar a los novillos del hijo de 'Joseto', introduciéndose en el recorrido urbano sin ninguna incidencia, pues este tramo el más complicado del encierro.
Con jinetes y astados pisando el cemento no hubo tiempo para mucho más, la manada entró en el coso y directamente a los corrales, lo que defraudó un tanto al público que esperaba en la plaza.
A continuación se soltaron dos novillos más en las calles para disfrute de los aficionados, encierro que se desarrolló con cada uno de los astados en solitario y que resultó sin incidentes hasta que pisaron el albero de la plaza.
Para esta tarde está anunciada la segunda de las novilladas de estas fiestas, festejo en el que se lidiarán los cuatro novillos del encierro a caballo, bien presentados, y en el que intervendrán los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Héctor Hernández 'Moronta' y Fran Colmenero. A la finalización de la lidia se realizará el desencierro de los dos novillos encerrados a pie en la mañana, para concluir en la noche con una verbena que estará amenizada por la orquesta Kosmos.