El campeón de la democracia quiere regenerarla

Desde hace tiempo se habla de la necesidad de regenerar la democracia en España, aunque parece que el tema sólo interesa si el campeón de esa democracia, el Partido Popular, piensa en ello. Ya sabemos que la moralidad pública, el respeto a los demás y a los bienes de todos son arraigadas señas de identidad de la derecha española a lo largo de la historia, derecha que parece que cada vez incluye a más partidos.

La última idea, que recuerdan que no es sólo suya, es que el primero de la lista más votada sea el Alcalde. Como hemos visto, el caudillismo en las instituciones no genera problemas de prepotencia política, y la gestión publica pública siempre reluce. Es de suponer que las mociones de censura, por ejemplo, desaparecerán. Eliminar la posibilidad de que la oposición, que según los resultados de unas elecciones no es difícil que sea mayoritaria, cumpla con su labor de control y fiscalización es muy democrático y sano para todos. El PP acostumbra a demostrarlo cuando gobierna con mayoría absoluta. Entonces sí que sobrarán concejales, así se argumentara mejor que a los políticos no hay que pagarles, al fin y al cabo según la concepción de la derecha, la política es cosa de ricos.

Resulta que la Transición española, tan recordada por ellos, se basó en el consenso y en el dialogo, pero esto no parece servir para gestionar políticamente un Ayuntamiento. Si sólo con mayorías absolutas, o pactos extraños, hemos tenido los casos de corrupción y perversión del sistema que tanto ahoga a los grandes partidos de este país, ¿se imaginan lo que puede pasar con el caudillismo?.

Por supuesto no se les ha ocurrido institucionalizar y facilitar sólidos y eficaces canales de participación y fiscalización ciudadana para controlar la labor de los políticos. En Salamanca en la actualidad hay todo tipo de facilidades para conocer, participar, dar su opinión y condicionar proyectos sin necesidad de movilizaciones vecinales. Ante el hiperactivo y superdemocrático Consejo de Ciudad abierto a la participación de cualquiera, no se necesitan, por ejemplo, los escuálidos Consejos Sectoriales de cuando gobernaba el PSOE (la prehistoria). Y votar listas abiertas debe ser muy dañino para la democracia.

Hay que aplaudir que el Partido que mejor y más transparentemente gestiona sus propias cuentas (tanto que ni sus máximos cargos las ven), sin ningún gestor encausado por nada, se preocupe por regenerar la democracia. Y lo hace como tiene que ser, a las puertas de unas elecciones, no sea que algún rojo chavista se cuele y pretenda dar lecciones de moralidad.

El Partido Popular no tiene legitimidad para darnos clases de regeneración de nada. Me ofende extraordinariamente la facilidad y falta de escrúpulos de muchos de sus integrantes a la hora de mentir con descaro como hacen con este tema. Consiguen que algunos recemos (acepto sugerencias de vírgenes) para al menos quedarnos con nuestra mala democracia actual. Lo peor de todo, es que lo hacen con la aquiescencia, y el voto, de muchos a los que luego ellos perjudican sin rubor. Ocurren demasiadas cosas en el mundo que me hacen dudar si realmente el ser humano es un ser inteligente o sólo un depredador, y esta es una de ellas.