Adiós a un hombre querido por todos

Esta mañana en el pueblo, después del alba, ha cruzado el silencio. Bandadas de pájaros sobrevolaban las desnudas encinas de Villafuerte con sus alas llenas de preguntas. ¿A dónde tu memoria? La respuesta está en cada uno de los cantalpineses a los que regalabas cada día tu afable saludo y esa inconfundible y cariñosa sonrisa.

Te fuiste con la mies recogida, después de disfrutar tu última fiesta, rayando el final del verano, a los hondos páramos y tierras de labor, allí donde tu alma ya es como los árboles que pueblan la calma de los campos de esta villa bañados por la alta y azulada claridad del cielo.

Dios te dio muchos dones, los de ser una persona buena y sociable o, curiosamente, el de registrar en tu limpia memoria cada una de las matrículas de coches de los hijos del pueblo, de la primera a la última.

Ha muerto inesperadamente Ángel Luis Blázquez Pinto a los 63 años de edad, un hombre singular, querido por todos, cuyo legado está en cada encuentro que celebró en su vida con los de aquí y los de allá.

Descansa en paz, Ángel Luis.

En la fotografía, Ángel Luis Blázquez Pinto el pasado 12 de julio en una boda familiar