"Mi nombramiento como pregonero reconoce una profesión que no pasa por sus mejores momentos"

¿Qué supone para ti ser el pregonero de las fiestas?

Es una invitación, que como albense, no puedo rechazar. Supone un nuevo reconocimiento hacia mi persona y mi profesión.

¿Qué tipo de pregón espera a los vecinos que se acerquen a escucharte?

Será un pregón dedicado con mucho cariño a los albenses. Trataré de que mis palabras sean de buen gusto para todos. Hay quien dice que un discurso con éxito es aquel que no habla de política ni de religión, voy a ir en esa línea. Obviamente, no dejaré de mencionar a nuestra patrona y también habrá un momento muy especial, una pequeña sorpresa que no puedo revelar para no adelantar acontecimientos.

¿Cómo han influido tus raíces en tu vida diaria?

Haber pasado mi infancia y gran parte de la juventud en Alba de Tormes influyen sobre todo en mi personalidad. Sigo siendo interiormente la misma persona, mantengo todos mis recuerdos y no olvido mis raíces. Lo único que ha cambiado en mí ha sido la experiencia que con los años vamos adquiriendo.

¿Qué es lo que más echas de menos?

Si digo que echo de menos el Alba de tiempos pasados, es posible que esté equivocado. Alba de Tormes junto a su esencia, su historia, sus fiestas? siempre estará ahí. Nadie nos lo va a quitar. En este contexto, echo de menos el poder revivir momentos con los amigos de siempre. Nuestras vidas van cambiando, pero si es cierto que cuando nos vemos y nos saludamos en Alba, nos damos cuenta de que seguimos siendo los mismos.

¿En qué consiste tu trabajo en el Congreso de los Diputados?

Primeramente, entiendo que cuando el Ayuntamiento pensó en mí como pregonero de las fiestas, lo hizo como un reconocimiento a mi carrera profesional. Una trayectoria donde he recibido varios galardones y distinciones por mi profesión como reportero. Y sobre todo en este último año, resultando ganador con una fotografía en la San Silvestre Salmantina, finalista por segunda vez en los Premios de la Asociación de Periodistas Parlamentarios y por diversas exposiciones que he realizado en Madrid o en Salamanca. El trabajar en el Congreso o en el Senado, o en los distintos escenarios que día a día se convierten en mi ocupación; no es para mí un mérito. Allí trabajo en equipo junto a otros fotógrafos y periodistas que también realizan con éxito su actividad.

-¿Unirás la fotografía y el sentimiento albense en el pregón?

Sí, porque soy albense y soy fotógrafo. En relación a esto, tengo que decir, que en estos días he recibido algunos mensajes y llamadas de compañeros fotógrafos, de Madrid y de Salamanca, felicitándome y alegrándose por mi condición de pregonero. Pero, el principal motivo, y en el que todos ellos coinciden, es de que por fin se reconoce una profesión que hoy día no pasa por sus mejores momentos. Me voy a permitir poner un claro ejemplo: cuando llegué a Madrid hace 16 años, de cada cien personas que salían a la calle, solo una llevaba consigo una cámara fotográfica. Hoy día de las cien personas que salen a la calle, noventa y nueve llevan una cámara o dispositivo para realizar fotografías.